sábado, 23 de diciembre de 2023

EL CAMÍN REAL

Durante la búsqueda y documentación de la toponimia menor del concejo realizada en los últimos años, nos encontramos con varios testimonios de nuestros mayores que nos hablaban del “Camín Real” en diferentes lugares del concejo. Se desprendía de sus palabras un tono de orgullo y veneración que lo situaban por encima del resto de caminos públicos, lo cual evidencia su importancia histórica. La construcción de carreteras llevada a cabo en el siglo XX hizo caer en el olvido parte de estos caminos, pasando desapercibidos hoy en día pese a la importancia que tuvieron en el pasado al permitir realizar largos recorridos entre puntos distantes. Y es que al fin y al cabo, los caminos reales para nuestros antepasados fueron nuestras actuales autopistas.

Algunos de esos caminos reales han quedado eclipsados en los últimos años por el Camino de Santiago, pero no debemos olvidar que además de los posibles peregrinos también circulaban por dicha red caminera los habitantes limítrofes, arrieros o comerciantes.

De todos los caminos reales conocidos en Muros no cabe duda que los más trascendentes fueron los que atravesaban el concejo de Este a Oeste, los cuales se vieron influidos por el cruce del Río Nalón o Río Grande (tal y como aparece nombrado en documentación histórica). El cruce del río se realizaba en barcas en las cuales no solo debían pasar las personas y mercancías, sino que también podían subirse los animales.

En otra entrada anterior ya habíamos hablado del camín real que, gracias a la barquería de El Forno, atravesaba desde la vega de Pramas, en Soto del Barco, a Era. Nos queda por comentar el camín real que, desde El Castillo (Soto del Barco), cruzaba a la punta La Venturiega. Creemos que el topónimo de La Venturiega, palabra que en asturiano significa “aventura”, proceda del terreno inestable que deposita el Nalón en esa vuelta del río, lo cual generaba inseguridad al embarcar y desembarcar. La traza de dicha barquería, así como del camín real aparece dibujada en diversos mapas antiguos.

En rojo se aprecia la traza del Camín Real cruzando La Xuncal desde la Punta La Venturiega.

 

Una vez desembarcados en nuestro concejo, los primeros metros serían por la Xuncal, lo que nos hace imaginar un camino irregular con multitud de pozos e inundable en la pleamar. Una vez llegados a la zona donde posteriormente se construyó el Puente de La Portilla, ascendería por Era tal y como lo hace hoy el Camino de Santiago hasta unirse con el camín real que subía de El Forno.

La existencia de estas dos barquerías está documentada y justificada por los intereses de dos familias nobles. Por un lado, la casa de Valdecarzana, poseedores del Coto de Muros y del Castillo de San Martín; y por otro la casa de los Ponte que controlaba la barquería de El Forno. Podríamos pensar que la existencia de ambas barquerías se debía a la puja entre dichas familias de nobles, pero si nos abstraemos en el espacio podemos ver cómo en el Nalón confluían dos caminos reales (Avilés y Oviedo). Por ello existe la posibilidad de que fueran los dos caminos reales los que asentaron las dos barquerías, y que posteriormente estuvieran controladas por dichas familias nobles. Pedro Pisa (pág. 6) documenta la existencia de un camín real que, por la costa, venía desde Avilés pasando por El Cueplo (Alto del Praviano) para bajar a El Castillo, y otro que, desde Oviedo, venía por el interior atravesando el Alto de la Reigada, Pulide, La Ferrería, Ponte y cuya barquería más directa creemos que era la de El Forno.



Desde la plaza de Muros el camín real avanzaba hacia el Oeste por Brañaseca, trazado que en el siglo XX tuvo que adaptarse al quedar cortado por la FEVE, continuando después por el barrio de Villar buscando el puente de Ricabo.


Hoy en día, el camino de Santiago, tan pronto crucemos el puente de Ricabo, nos hace ir hacia la derecha para salir en El Pito sin atravesar La Vana. Sin embargo, todos conocemos dicho barrio de Cudillero como la Cuesta de La Vana; entonces, ¿dónde está la cuesta que le da nombre? Si analizamos la salida de La Vana hacia El Pito veremos cómo es más o menos llana. Creemos que la respuesta nos la da Jovellanos en sus Diarios, cuando, al venir en dirección a Muros después de hacer noche en el Palacio de Belandres (San Juan de Piñera) el 27 de julio de 1792, nos indica:

"Por un trozo de regular camino, y sufriendo algunos aguaceros, llegamos al sitio llamado de la Habana, y al bajar seguimos un rato caminando sobre el río de Ricabo, que baja al mar y es de corto caudal."

Por tanto, la famosa Cuesta La Vana podría ser el antiguo camino que desde el Puente de Ricabo subía directamente a La Vana, subida dura y exigente, que se tomaría a la izquierda del puente de Ricabo y que hoy está prácticamente abandonada. El camino de Santiago actual sería una variante del original con una topografía más llana y adaptada a los carros, que además se vio favorecida por un cruce a distinto nivel con el ferrocarril. Para este topónimo La Vana creemos posibles dos orígenes: por un lado, podría guardar relación con el adjetivo latino vanus, -a, -um, “vacío, hueco” (así lo propone García Arias) y aludiría entonces a una zona inculta, vacía de cultivos; y, por otro, quizá podría aludir a un terreno escaso de cal y de sílice, si seguimos una de las acepciones que, para la palabra vanu, ofrece el Diccionariu de la Academia de la Llingua Asturiana. Cuando el ilustrado gijonés denominó esta zona con la forma “La Habana” quizá entendió, de manera apresurada, que designaba un lugar por el que pasaban quienes emigraban a la isla antillana.

Dentro del concejo existen otros caminos a los que también se les denomina Camín Real, bien sea en documentación histórica o a través de información oral. Ejemplo de testimonio oral sería por ejemplo el antiguo camino que subía de San Esteban a Muros cruzando La Pumariega. De otro lado están los recogidos en documentación histórica como por ejemplo el Camino Real de Pravia a Muros, conocido también como Camín Real de Santianes a Muros y confirmado recientemente por testimonio oral.

En último lugar dejamos apuntado también el Camín Real de Riomayor, que aparece en diversas escrituras de propiedad, y que llevaría desde la zona de La Veiga y El Pontigo, a través de la vaguada del río, a diversos lugares del concejo de Pravia, estando parte en nuestro concejo y la mayor parte en el concejo praviano.

 

Javier García Alonso - Juan José García González

 

Bibliografía

Parte de la entrada de hoy no habría sido posible sin la memoria de los informantes consultados en la realización del Mapa de la Toponimia Menor del concejo de Muros de Nalón, publicado en Muros de Nalón en septiembre de 2022.

Diccionariu de la Academia de la Llingua Asturiana. (2023). Consultado en  https://www.diccionariu.alladixital.org

García Arias, Xosé Lluis, Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, Editorial Prensa Asturiana, S. A., Oviedo, 2005.

de Jovellanos, Gaspar Melchor, Diarios (Memorías íntimas 1790-1801), Real Instituto de Jovellanos de Gijón, Madrid, 1915.

Pisa Menéndez, Pedro, Caminos Reales de Asturias, Oviedo, Pentalfa Ediciones, 2000.


sábado, 9 de diciembre de 2023

"RINCONES DE NUESTRO CONCEJO. 1902" FOTOGRAFÍAS DE FRANCISCO MARTÍN

El 24 de noviembre pasado nuestro municipio recibió la visita del presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, que, acompañado por sus consejeros, celebró en el Ayuntamiento un Consejo de Gobierno. A continuación, a las 12.00 horas, él y nuestro alcalde, Celestino Naves, acompañados por numerosos vecinos y visitantes, rindieron un emotivo homenaje al que fue alcalde de Muros de Nalón durante dieciocho años, José Manuel Alonso Delgado, dando su nombre a la Casa de Cultura de Muros.

Con motivo de este acto se organizó una exposición de fotografías donadas al Ayuntamiento por Juan Luis Álvarez del Busto, cronista oficial de Cudillero, bajo el título “Rincones de nuestro concejo. 1902”. Son un conjunto de 21 fotografías, 7 de las cuales están fechadas en 1902, lo que nos hace suponer que las restantes sean de ese mismo año o de uno muy próximo. Quince de ellas recogen rincones de Muros: 2 vistas de la fachada del Palacio de Valdecarzana, el roble centenario junto a ella, vistas de La Plaza, la escena de un grupo de cazadores que regresan con un jabalí como presa, una vista del banquete en homenaje a Sorolla, rincones de El Parador y de La Pumariega, entre ellas una foto del estudio de García Sampedro y varias panorámicas de San Esteban y de la desembocadura del Nalón.

Fotografía tomada en la esquina de la C/ Gerardo González y Avenida de Galicia. En primer término se ve la finca cerrada donde en los años noventa se construyó el edificio del Banco Sabadell. Al fondo se aprecian las casas de La Plaza.

Otra foto recoge el puente tubular sobre el río Nalón que une nuestro concejo con el de Soto del Barco, y sirvió de nexo para incorporar otras 5 fotografías del concejo vecino, de las que una recoge una barca a orillas del Nalón y las cuatro restantes son vistas de El Castillo y su entorno; en dos de estas también se contempla, al fondo, San Esteban.

Fotografía del Puente de la Portilla tomada desde Soto del Barco

Algunas de las fotos están firmadas, lo que nos permite certificar su autoría. El autor de dos de ellas es Edmundo Lacazette (1854-1914), comerciante ovetense del que se sabe que veraneaba en La Arena y que gustaba por ello de plasmar detalles de la desembocadura del Nalón. Su archivo fue adquirido en 2019 por el Museo del Pueblo de Asturias de Gijón, que le dedicó una exposición y un estudio.

Fotografía del Castillo de San Martín tomada aguas arriba.

El otro fotógrafo que firma alguna de las fotos, ocho concretamente, es Francisco Martín Pino, poco estudiado todavía a pesar del enorme interés de su obra, muy especialmente para la historia gráfica de nuestro municipio. Ha sido nuestro vecino José Carlos Miranda Costales quien, en dos aportaciones en su página de Facebook, de 2021 y de 2023, especialmente en la primera de ellas, ha investigado y expuesto lo que hasta el momento se conocía de este personaje. Hacemos a continuación un breve resumen de sus aportaciones en lo que toca a su biografía:

Francisco Martín Pino era natural de Jerez de la Frontera y fue boticario en Muros a caballo entre los siglos XIX y XX. Puede considerarse el primer cronista fotográfico del concejo. Dejó constancia de los paseos en barca por el Nalón de los miembros de la Colonia Artística de Muros (1884-1890) y bien podría ser considerado uno de sus miembros. Tuvo amistad con García Sampedro y con Ángel Pulido, con el que colaboró en el libro que escribió sobre Muros y Soto del Barco (1900). Su farmacia estuvo en los bajos de la casa de La Plaza que hoy alberga los apartamentos turísticos “La Colonia de Muros”. Falleció en 1921 en Muros, donde en 1925 seguía residiendo su viuda y, al menos, un hijo que, por esas fechas realizaba el servicio militar en Cuenca. Se sabe también que a su muerte dejó unas 500 placas fotográficas. Sobre sus fotografías, su técnica y sus aspectos artísticos está realizando José Carlos Miranda riquísimas aportaciones –ya lleva seis dedicadas a la obra de este fotógrafo- en su página de Facebook, como decíamos.

Fotografía de Muros y Somao. Por su perspectiva posiblemente fue tomada desde el edificio de las antiguas escuelas.

A estos datos biográficos de nuestro boticario y fotógrafo nos gustaría aportar hoy algunos más, fruto de la consulta de los archivos parroquiales de Santa María de Muros y de San Martín de Madrid. Nació, efectivamente, en Jerez de la Frontera en la segunda mitad de 1866 o primera de 1867; de allí era natural su madre, Agustina, mientras que su padre, Francisco, lo era de Madrid. Contrajo matrimonio en la Parroquia de San Martín en 1892, con María Cristina de Lago Martín, nacida en 1866 en dicha parroquia, e hija de Juan y de Cristina, ambos de Madrid. Su primera hija, Agustina, nació en Madrid en 1893. Fueron padres de otros seis hijos, todos ellos nacidos ya en Muros: Francisco de Borja Manuel (8 de noviembre de 1897), Adela Cristina Catalina María del Carmen (bautizada el 3 de agosto de 1899), Manuel Benito Amancio (7 de mayo de 1902), Juan Bautista Crisóstomo Filiberto (27 de enero de 1904), María Cristina Petra Julita de la Santísima Trinidad (16 de junio de 1906) y María del Carmen Victoriana Teresa (23 de marzo de 1908). Son estos los seis hijos que sobrevivieron a su padre, pues aparecen mencionados en su partida de defunción. De los lugares y fechas de nacimiento de estos niños podríamos concluir que la llegada del matrimonio Martín a Muros tuvo que producirse entre 1893 y 1897. Para hacer compatible esto con el hecho de que Francisco Martín realizó fotos de García Sampedro con Plasencia, por tanto, necesariamente antes de 1890, tendríamos que suponer que vino a Muros en sus años de juventud, aún soltero, siendo quizá todavía estudiante.

Fotografía tomada desde la Cuesta Arango. En primer término El Parador y las carreteras de San Esteban y antigua N-632. Al fondo Era y Soto del Barco. En La Pumariega se aprecia el estudio de Tomás García Sampedro.

Los padrinos y madrinas de bautismo de estos niños nos ayudan a reconocer a algunas de las personas que conformaban el círculo cercano de amistades del matrimonio. Del primer hijo lo fueron Basilisa Menéndez, de Somao, la esposa del doctor Manuel Martínez de Ealo, y su hijo Franciso. Otro médico, Filiberto Díaz del Riego, y su esposa Adela Flórez fueron padrinos de Adela y de Juan. El hermano de Filiberto, Amancio, junto con Carlota García apadrinaron a Manuel y Plácido Martínez (de la Fuente) y María Teresa Martínez, residentes como los anteriores, en La Plaza, a María del Carmen.

Falleció Francisco Martín, como se sabía, en 1921, concretamente “a la una hora” del día 14 de junio, a la edad de 54 años, en La Plaza. Desconocemos la causa de su fallecimiento, pero es posible que fuera algo inesperado pues en la anotación de su deceso se dice que murió “después de recibir los santos sacramentos de penitencia sub conditione y la extremaunción”, lo que implica que no estaba ya consciente en el momento de recibir estos sacramentos de parte del sacerdote; de haber estado enfermo un tiempo, probablemente habría recibido los sacramentos mencionados cuando aún tenía algunas fuerzas y consciencia. Como en su partida de defunción se dice que recibió “sepultura eclesiástica en el cementerio de esta villa”, intentamos encontrar su tumba y, la verdad que, de forma casi inmediata, pues se encuentra muy cerca de la avenida central de acceso al mismo, hemos podido localizarla:


En la lápida, además de su nombre, aparecen los de Carolina Martín de Lago, que tendría que ser hija suya (es probable que Carolina pudiera ser un segundo nombre de la hija nacida en Madrid, pero, aunque suponemos que tuvo que fallecer ya en Muros y antes que su padre, no hemos encontrado por el momento información sobre su defunción) y de Cristina Martín Gutiérrez, suegra de nuestro fotógrafo, enterrada el 21 de enero de 1905.

Hasta aquí nuestra pequeña contribución a la biografía de este fotógrafo cuya obra merece ir siendo recopilada y estudiada por su gran interés tanto documental como artístico.

La exposición de fotografías ha debido ser retirada por cuestiones de programación, pero, como son propiedad del Ayuntamiento, tendremos oportunidad, en fechas próximas, de volver a disfrutar de ellas.


Juan José García González – Javier García Alonso


Bibliografía:

Documentación de los archivos parroquiales de Santa María de Muros y de San Martín de Madrid.

Miranda Costales, José Carlos, Francisco Martín Pino. Fotógrafo y boticario, Facebook, 24/noviembre/2021

Miranda Costales, José Carlos, Francisco Martín Pino. Fotógrafo y boticario, Facebook, 6/junio/2023



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