sábado, 24 de junio de 2023

LA TEYERA / LA TEJERA

Por todos los vecinos es conocida una zona anexa a las actuales escuelas de Muros denominada La Tejera, en la que existieron vestigios de esa actividad industrial hasta mediados del siglo XX. 

Sin embargo existen pocos datos acerca de la existencia de otra tejera en la zona de la estación de tren de Muros. La toponimia, una vez más, nos sorprende dando este nombre a tres fincas de diferentes propietarios. Conocemos su ubicación aproximada gracias a los linderos de las fincas, si bien es verdad que no exacta puesto que la construcción de la caja de las vías de la estación a mediados del siglo XX produjo alteraciones importantes en el terreno. 

"La Tejera" no solo aparece en esos títulos de propiedad, sino que se menciona también en una parcela catastral colindante con la estación.




Aunque el topónimo aluda claramente a la producción de teja, hay que recordar que en las tejeras asturianas también solían elaborarse ladrillos, llegando a producirse en algunas de ellas baldosas o tubos de canalización cerámicos.

Una de las fincas objeto de análisis, tiene en su escritura una segunda denominación, “La Cuyaratera, lugar y fuente por todos conocida, cuyo nombre deriva de las cuyaratas (renacuajos), que allí abundaban y que dista no más de 200 metros del posible lugar donde se situaría la tejera. Hasta hace unos veinte o treinta años era muy fácil observar, en la propia fuente y especialmente en el abrevadero que había a su lado izquierdo, multitud de esas cuyaratas, cuyo nombre proviene de su semejanza formal a las cuyaras (cucharas), y de tritones con sus llamativos y brillantes colores. El topónimo La Cuyaratera debe ser bastante antiguo y figura ya mencionado en un documento de la iglesia de Muros de 1789 (Fierro, pág. 163).


Si continuamos unos metros más allá de La Cuyaratera, en dirección a El Salgueiro nos encontramos con otro topónimo que posiblemente guarde relación. Se conoce por Las Barreras a una zona entre El Escorial y El Palomar donde en su día se extraía barro, un topónimo mencionado también en el citado documento de 1789 (Fierro, pág. 165). Quizás los mayores recuerden los grandes pozos fruto de la extracción del barro y se acordarán de ellos sin duda muchos vecinos de Somao que cruzaban esa finca a modo de atajo para bajar a la playa de Aguilar partiendo desde El Palomar y siguiendo luego por el camino de El Toral . Los jóvenes ubicarán esa zona más fácilmente si les indicamos que allí existió hace unos años un restaurante llamado “La Bluga”. Hay testimonios orales de la extracción de barro de la finca, y esos huecos fueron visibles hasta muy avanzado el siglo XX, tal y como se aprecia en la siguiente imagen.Se rellenaron cuando se edificó la vivienda que ahora se encuentra en la finca.


Debido a su cercanía, cabe la posibilidad de que Las Barreras y La Tejera estuvieran relacionadas, en cuyo caso también lo estaría la Fuente de La Cuyaratera, puesto que en el amasado de la arcilla se necesitaba agua.


Un cuarto topónimo que habría que valorar en relación con el proceso de transformación del barro sería “Arroxinas”, también conocido como “Roxinas”, término con el que se conoce a la antigua ería situada al Sur del Taracedo, y actualmente dedicada a prado. El topónimo podría derivar del término “arroxar”, que en su tercera acepción el Diccionariu de la Llingua Asturiana lo define como “Cocer [lo que s’amasa]”, y que perfectamente podrían ser tejas o ladrillos.

Lo más curioso de todo lo dicho hasta ahora es que podemos suponer que dicha tejera ya funcionaba en el año 1631, apareciendo citada en el Apeo de los bienes de D. Diego de Miranda. En dicho documento se cita en varias ocasiones La Teyera, que puede situarse, sin ninguna duda, en el entorno de la estación de Feve:

“linda, por bajo, el reguero de la Teyera, y, de arriba, camino Real, y la casa de Pedro Gonzalez, y, de una frente, el mismo camino Real, y de la otra losa de Roxinas”

Casi con seguridad se puede afirmar que el denominado “reguero de la Teyera” es el arroyo que nace en la zona de la Cuyaratera y que pasando entre El Couz y El Taracedo acaba uniéndose en Los Dos Ríos (de ahí su nombre) con el reguero que baja del antiguo matadero.

Por el momento recuperamos el topónimo La Tejera en el  entorno de la estación, confiando que en el futuro aparezca documentación histórica que aporte más datos de tan ancestral oficio en la zona.


 Javier García Alonso - Juan José García González


Queremos agradecer la ayuda prestada por Juan Manuel Costales para posicionar una finca de su abuelo denominada La Tejera.


Bibliografía


Diccionariu de la llingua asturiana. Consultao n’  https://www.diccionariu.alladixital.org/

García Alonso, Javier, Mapa de la Toponimia Menor del concejo de Muros de Nalón, Muros de Nalón, 2022.

González-Fierro, Félix, Muros de Nalón, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1953.

sábado, 10 de junio de 2023

LA "FLORINDA" DE ROBLES VUELVE A CASA

Hace algo menos de dos meses el Museo de Bellas Artes de Asturias recibía ocho nuevos depósitos del Museo Nacional del Prado. Se trata de siete pinturas y una escultura que forman parte del denominado “Prado Extendido”, un procedimiento gracias al cual algunas obras del Museo Nacional pasan a disfrutarse en otras colecciones museísticas del territorio español.

Del conjunto de obras recién llegadas a Oviedo forma parte Florinda, de José Robles y Martínez (1843-1911), nuestro Robles, el de la Colonia de Artistas de Muros, el del Chalet de El Parador, el enamorado de la Playa de Aguilar, de la Fuente de Roque, de San Esteban y la desembocadura del Nalón…


Es un retrato bellísimo al óleo, de importantes dimensiones (92 x 56 cm.), pintado del natural, que representa a una niña que se llamaba realmente Florinda. Según José Tolívar (p. 93) había nacido en Proaza en 1883 y era hija de don Fernando Fernández Miranda, veterinario del lugar, y de doña Teresa Alonso Fernández.


Esta obra formó parte, seguramente, del envío de Robles a la Exposición Nacional de Madrid de 1895, a la de Barcelona de 1896 y a la de Gijón de 1899, donde obtuvo una medalla de oro.

El cuadro estuvo expuesto unos días en el escaparate del Bazar Masaveu de Oviedo y su belleza y calidad fueron noticia en el periódico “El Carbayón”. Su cronista de la época lo comenta así: “Contemplamos ayer (…) un nuevo cuadro del Sr. Robles, que es a nuestro modo de ver el mejor de cuantos se ha expuesto en el mismo sitio. Representa una aldeanita que el autor llama Florinda, que cubre su cabeza con un pañuelo anaranjado, su cuerpo con una gruesa camisa y encima de esta un corpiño de ramos bastante deteriorado, una falda descolorida por el largo uso y un mandil encarnado, que coge por los extremos con ambas manos y dentro del cual lleva una gran cantidad de lilas (…) La cabeza de la muchacha está admirablemente sentida y acusada con absoluta verdad en todos sus detalles, de tal modo que hace el efecto de la realidad. A ello contribuyen mucho sus grandes y hermosos ojos azules en los que se leen el candor y la inocencia en toda su fuerza (…) Aquella cabeza ruborosamente inclinada, mirando al espectador con dulces y tristes ojos, despierta toda la compasión que pueden despertar cuando se encuentran reunidas la belleza, la inocencia y el desamparo. El conjunto del cuadro es de lo más hermoso de color que he admirado de Robles (…)”

El propio Robles consideró este como uno de sus principales cuadros y así lo hace constar explícitamente en un informe autobiográfico redactado por él mismo y fechado el 15 de junio de 1907.

El resultado del cuadro debió gustarle tanto que realizó varias versiones. Por ejemplo, en agosto de 1892, en Borines, donde pasa unas vacaciones con su mujer y sus hijos, se le ve pintando una versión con la que concurre a la Exposición Universal de Chicago; en 1894 firma otra repetición, una obra que estaba presente en una colección particular ovetense en 1984 cuando José Tolívar publica su obra.

La versión que está ahora en el Museo de Bellas Artes de Asturias, de hacia 1893-1894, fue adquirida al propio Robles por el Estado en 1907 con destino al Museo de Arte Moderno y, después de varios percances, acabó colgando durante varios años en una pared del Consulado Español en Tánger. Tras un proceso de limpieza y restauración, tenemos la suerte de poder disfrutar de esta hermosísima obra a media hora de casa.

José Robles, sin ser asturiano, pues nació en Madrid, es una figura relevante en la historia de la pintura asturiana y, sin ser de Muros, es uno de los murenses más notables. En su faceta como periodista supo ver y resaltar el potencial turístico y económico de nuestro concejo, en general, y de la desembocadura del Nalón, en particular, como nos recordaba hace unos días Xuan Cándano. Y, por supuesto, jugó un papel muy importante en las actividades de la Colonia de Artistas.



Por todo esto, tener a Florinda de vuelta en Oviedo, y con ella a Robles, es un motivo de gran alegría. No dejéis de acercaros a visitarla, os encantará verla.


 Juan José García González – Javier García Alonso


Bibliografía

Cándano, Xuan, “Un proyecto para una pasarela y para un país”, Nortes, 22 de mayo de 2023.

Gutiérrez Márquez, Ana, Historia del Museo de Arte Moderno, 1898-1971, Madrid, Museo Nacional del Prado, 2018.

Tolívar Faes, José, José Robles, pintor de Asturias, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1984.

Web del Museo del Prado (https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/florinda/904aaffa-706c-4c04-90f6-ddb0654eb2a8)





EL JARDÍN Y LA CAPILLA DE SANTA EULALIA DE MÉRIDA

En la entrada anterior de nuestro blog (27 de abril de 2024) recorríamos en el tiempo el proceso que hizo del Campo del Palacio un espacio p...