sábado, 23 de septiembre de 2023

LOS CAMINOS DE ERA. NOMBRES SINGULARES DE CAMINOS (II)

En la anterior entrada de nuestro blog nos habíamos quedado en el Camín de Pando a las puertas de Era, lugar donde encontramos gran abundancia de nombres singulares de caminos, y que merecen ser comentados de forma independiente.


Un camino cuya importancia histórica pasa desapercibida es el que conecta El Forno y Era y al que se le denomina El Caleyo tanto en la Carta Arqueológica como en el Catálogo Urbanístico del concejo. En dichos documentos se le atribuye un firme empedrado (a día de hoy desparecido) otorgándole un grado de protección integral.

Pero la antigüedad de El Caleyo la apreciaremos mejor si lo analizamos funcionalmente, puesto que antes de la construcción del primer Puente de la Portilla en 1882, éste era uno de los accesos al concejo a través de la “Barquería de El Forno”.

A día de hoy en la vega de Pramas (Soto del Barco) todavía se conserva la traza del camino que permitía el acceso a la barquería. Así se recoge en el “Plano del Puerto y Barra de San Esteban de Pravia” realizado por Josef Muller en 1797 donde con todo lujo de detalle se aprecia el denominado “Barco del pasage” que cruzaba incansablemente el río de una orilla a otra. En ese mapa también se menciona y dibuja una “Casilla del Barquero” situada en el lado de Soto, seguramente motivado por la dependencia de dicha barquería de la Casa de los Llano Ponte de Soto del Barco.

Detalle de la zona de El Forno del “Plano del Puerto y Barra de San Esteban de Pravia” realizado en 1797 por Josef Muller

El Caleyo, voz masculina de “caleya” usada para designar un camino pequeño (García Arias, pág. 720), ha dejado su reflejo en la toponimia de la zona a juzgar por el hecho de que una serie de fincas situadas en el margen superior de dicho camino se denomina Los Caleos.

Relacionado con los términos Caleyo y Caleona también aparece en la zona la caleína, como diminutivo de calea, término atribuido por los vecinos a diversas sendas, como por ejemplo a la que sube desde Casa Primo a Era.

Otro camino histórico de Era es El Paxareo, que unía de forma rápida y directa El Pontíu/ Pontigo con la casa La Consejera, y que en su tramo superior (desde el cruce con El Caleyo) recibe los nombres de Calea Rosina (Roxina) o Calea Pascua, posiblemente con los antropónimos de residentes cercanas al mismo.



Sin duda el origen de El Paxareo debemos buscarlo en la multitud de pájaros que podrían habitar en esa zona de bosque orientada a la salida del sol. El Paxareo cayó en desuso con la construcción de la carretera que va a Benás/Avenás, la cual desde la vuelta de La Llousiquina hacia Era es conocida como El Paganón, en clara alusión a un ejemplar especialmente voluminoso de los paganos de castaño que existen en sus márgenes. El ensanche y mejora de esa carretera fue ejecutado de forma altruista por los vecinos en sextaferia, llegando hasta Avenás, que pese a pertenecer al concejo de Pravia siempre ejercieron de murenses.


Otro de los nombres curiosos de caminos de Era es el conocido popularmente como Camín del Transformador, que no dejaba de ser un atajo que utilizaban los vecinos de Era para bajar a El Forno. Su nombre proviene del transformador que existía en la zona alta de dicho camino y que permitía modular la electricidad que subía desde la central hidroeléctrica de La Portilla.

En la ladera de Era hacia La Casilla existían otros ejemplos de nombres singulares de caminos públicos. El Camino de La Peñona bajaba desde Casa de Primo a La Tronca y fue muy frecuentado por las gentes de El Parador y Era para bajar a trabajar a San Esteban. En Casa de Primo enlazaba a su vez con el Camino de La Reguera que venía desde la zona baja de La Pumariega. El nombre del Camino de La Peñona tendría su origen en algún lugar donde existiera una piedra grande, tal y como se indica en documentación histórica. 


El último de los caminos es La Rambla, que unía el fondo de Era con la carretera de San Esteban, dando acceso a las fincas de Las Barrosas y La Casilla. Dicho camino quedó cortado por la Nacional 632 siendo transitable a día de hoy tan solo en su tramo más cercano a Era, tal y como se muestra en la anterior fotografía.


(Continuará en una próxima entrada)



Javier García Alonso - Juan José García González



Bibliografía:

Catálogo Urbanístico. Web del Ayuntamiento de Muros de Nalón (consultado el día 14/09/2023).

García Arias, Xosé Lluis, Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, Editorial Prensa Asturiana, S. A., Oviedo, 2005.

García Quirós, Mª. Paz. «Reseña de la carta arqueológica de Muros del Nalón», Excavaciones arqueológicas en Asturias 1991-94, Servicio de Publicaciones del Principado de Asturias, Oviedo, 1995, p. 93-104.

González-Fierro Ordoñez, Félix, Muros de Nalón, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1953.

Grande Roca, Armando, “Las Barquerías”, La Ilustración Asturiana, segunda época, n.º 4, 2001, pág. 2. 


sábado, 9 de septiembre de 2023

NOMBRES SINGULARES DE CAMINOS (I)

En anteriores entradas ya hemos comentado el nombre de algunos caminos públicos como el de El Toral que comunica Villar con el aparcamiento de la Playa de Aguilar o el camino de La Fábrica entre La Veiga y El Parador.

Con la tramitación del nuevo Inventario de Caminos del concejo que está llevando a cabo el Ayuntamiento de Muros de Nalón, está apareciendo mucha información al respecto. Queremos aportar nuestro granito de arena analizando el nombre de aquellos caminos que tienen entidad propia y singular, y que por lo tanto son relevantes en cuanto a la toponimia. Se omiten intencionadamente aquellos otros caminos cuya denominación alude a una zona (por ejemplo, camino de Aguilar) puesto que en esos casos se le está asignando al camino el nombre de la zona o lugar por donde este discurre. 


Un caso distinto a lo anterior es el del Candevillar, camino ilustre que une San Esteban y Muros de forma rápida y directa. En el Apeo de los bienes de D. Diego de Miranda como señor de la Casa de Miranda de 1631 se cita un “término de Candebillar” (Fierro, pág. 210). Hay un lugar en Babia denominado Candemuela para el que se documenta una designación medieval “campo de mola” por “campo de muela” (García Arias, pág. 676). Proponemos que Candevillar podría ser, de forma paralela, “Campo de Villar”, refiriéndose este Villar, topónimo que habría desaparecido ya en esa zona, “a un conjunto de dependencias de una antigua villa o establecimiento para la explotación agrícola”.

En la traza del Candevillar existen diversas canteras que seguramente proporcionaron piedra para la construcción. Esta actividad extractiva quedó inmortalizada en la toponimia de la zona a través del topónimo La Canterona. Hoy en día caminar por el Candevillar es seguro y cómodo gracias a su buen firme, pero no hace muchos años era un camino de tierra que se volvía impracticable por la abundancia de agua. Tal es así que a la mitad del camino nos encontramos la que muchos denominan “La Fuentina”, con agua durante casi todo el año.



Uno de los caminos públicos más singulares de Muros es la Cuesta Arango o Calea Arango, como decían los antiguos en otras épocas en las que aún no estaba aglomerado. Se desconoce la procedencia del “Arango”, si bien es muy posible que sea un antrotopónimo, con algún tipo de vínculo en La Veiga, puesto que esa zona en el pasado se conocía como Vega de Arango. El topónimo Arango, al igual que Aranguín, ambos bien conocidos en el concejo vecino de Pravia, derivan de la voz prerromana *ARA, con el significado de “río” (García Arias, pág. 189); con el tiempo, como tantos otros nombres de lugar, se convirtió también en apellido.


En la Cuesta Arango existe un ramal, en su parte inferior, que va a Los Carbayones, y cuyo tramo era conocido como la Calea Los Tintos, por vivir a mediados del siglo XX una familia con ese sobrenombre en la casa que se encuentra pegada al mismo.



Los términos caleya y calea, del latín CALLICULAM, diminutivo de CALLEM, “calle”, tienen en asturiano el mismo significado y designan una calleja, un camino estrecho, malo, pedregoso, sin asfaltar. La forma caleya está más extendida y su variante calea es la que se emplea en el concejo de Muros, al igual que en otros cercanos como Pravia, Candamo, Grado, Carreño o Valdés.

También en esa zona el Camino de Santiago recibe diferentes nombres propios. Así, el tramo que desde la Calea Los Tintos baja a La Pumariega es conocido como Camino de los Carbayones, por haber existido en dicho cruce unos grandes carbayos hasta no hace muchas décadas. Y de igual forma el camino entre La Pumariega y Era se denomina Camín de Pando, en el cual existía una fuente y lavadero preciosos que se llevó por delante la construcción de la Nacional 632 en los años ochenta. A partir de documentación histórica sabemos que Pando es un nombre de la zona muy antiguo puesto que ya aparece citado en el Apeo de los bienes de D. Diego de Miranda como señor de la Casa de Miranda de 1631. Es de suponer que en aquella época se conociera por Pando una zona concreta de La Pumariega, y que con el paso de los años quedara desvirtuada, manteniéndose el nombre de Pando en el camino. Ese topónimo Pando es bastante común en Asturias y se remonta al adjetivo latino PANDUS, -A, -UM, que significaba tanto “arqueado, alabeado” como “abombado, cóncavo” (García Arias, pág. 158), características todas ellas que reunía el antiguo camino.



(Continuará en una próxima entrada)

 Javier García Alonso - Juan José García González

 

Bibliografía

García Arias, Xosé Lluis, Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, Editorial Prensa Asturiana, S. A., Oviedo, 2005.

González-Fierro Ordoñez, Félix, Muros de Nalón, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1953.


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