En la anterior entrada de nuestro blog nos habíamos quedado en el Camín de Pando a las puertas de Era, lugar donde encontramos gran abundancia de nombres singulares de caminos, y que merecen ser comentados de forma independiente.
Un camino cuya importancia histórica pasa desapercibida es el que conecta El Forno y Era y al que se le denomina El Caleyo tanto en la Carta Arqueológica como en el Catálogo Urbanístico del concejo. En dichos documentos se le atribuye un firme empedrado (a día de hoy desparecido) otorgándole un grado de protección integral.
Pero la antigüedad de El Caleyo la apreciaremos mejor si lo analizamos funcionalmente, puesto que antes de la construcción del primer Puente de la Portilla en 1882, éste era uno de los accesos al concejo a través de la “Barquería de El Forno”.
A día de hoy en la vega de Pramas (Soto del Barco) todavía se conserva la traza del camino que permitía el acceso a la barquería. Así se recoge en el “Plano del Puerto y Barra de San Esteban de Pravia” realizado por Josef Muller en 1797 donde con todo lujo de detalle se aprecia el denominado “Barco del pasage” que cruzaba incansablemente el río de una orilla a otra. En ese mapa también se menciona y dibuja una “Casilla del Barquero” situada en el lado de Soto, seguramente motivado por la dependencia de dicha barquería de la Casa de los Llano Ponte de Soto del Barco.
Detalle de la zona de El Forno del “Plano del Puerto y Barra de San Esteban de Pravia” realizado en 1797 por Josef Muller
El Caleyo, voz masculina de “caleya” usada para designar un camino pequeño (García Arias, pág. 720), ha dejado su reflejo en la toponimia de la zona a juzgar por el hecho de que una serie de fincas situadas en el margen superior de dicho camino se denomina Los Caleos.
Relacionado con los términos Caleyo y Caleona también aparece en la zona la caleína, como diminutivo de calea, término atribuido por los vecinos a diversas sendas, como por ejemplo a la que sube desde Casa Primo a Era.
Otro camino histórico de Era es El Paxareo, que unía de forma rápida y directa El Pontíu/ Pontigo con la casa La Consejera, y que en su tramo superior (desde el cruce con El Caleyo) recibe los nombres de Calea Rosina (Roxina) o Calea Pascua, posiblemente con los antropónimos de residentes cercanas al mismo.
Sin duda el origen de El Paxareo debemos buscarlo en la multitud de pájaros que podrían habitar en esa zona de bosque orientada a la salida del sol. El Paxareo cayó en desuso con la construcción de la carretera que va a Benás/Avenás, la cual desde la vuelta de La Llousiquina hacia Era es conocida como El Paganón, en clara alusión a un ejemplar especialmente voluminoso de los paganos de castaño que existen en sus márgenes. El ensanche y mejora de esa carretera fue ejecutado de forma altruista por los vecinos en sextaferia, llegando hasta Avenás, que pese a pertenecer al concejo de Pravia siempre ejercieron de murenses.
Otro de los nombres curiosos de caminos de Era es el conocido popularmente como Camín del Transformador, que no dejaba de ser un atajo que utilizaban los vecinos de Era para bajar a El Forno. Su nombre proviene del transformador que existía en la zona alta de dicho camino y que permitía modular la electricidad que subía desde la central hidroeléctrica de La Portilla.
En la ladera de Era hacia La Casilla existían otros ejemplos de nombres singulares de caminos públicos. El Camino de La Peñona bajaba desde Casa de Primo a La Tronca y fue muy frecuentado por las gentes de El Parador y Era para bajar a trabajar a San Esteban. En Casa de Primo enlazaba a su vez con el Camino de La Reguera que venía desde la zona baja de La Pumariega. El nombre del Camino de La Peñona tendría su origen en algún lugar donde existiera una piedra grande, tal y como se indica en documentación histórica.
El último de los caminos es La Rambla, que unía el fondo de Era con la carretera de San Esteban, dando acceso a las fincas de Las Barrosas y La Casilla. Dicho camino quedó cortado por la Nacional 632 siendo transitable a día de hoy tan solo en su tramo más cercano a Era, tal y como se muestra en la anterior fotografía.
(Continuará en una próxima entrada)
Javier García Alonso - Juan José García González
Bibliografía:
Catálogo Urbanístico. Web del Ayuntamiento de Muros de Nalón (consultado el día 14/09/2023).
García Arias, Xosé Lluis, Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, Editorial Prensa Asturiana, S. A., Oviedo, 2005.
García Quirós, Mª. Paz. «Reseña de la carta arqueológica de Muros del Nalón», Excavaciones arqueológicas en Asturias 1991-94, Servicio de Publicaciones del Principado de Asturias, Oviedo, 1995, p. 93-104.
González-Fierro Ordoñez, Félix, Muros de Nalón, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1953.
Grande Roca, Armando, “Las Barquerías”, La Ilustración Asturiana, segunda época, n.º 4, 2001, pág. 2.