En la entrada anterior de nuestro blog (27 de abril de 2024) recorríamos en el tiempo el proceso que hizo del Campo del Palacio un espacio público para disfrute de todos. Hoy queremos fijarnos un poco más en la parte del mismo que queda limitada por la carretera a la Playa de Aguilar y por la calle que antiguamente llevaba a Villar y más recientemente a la estación del tren, un acceso que fue cortado hace ya algunos años.
El interés de ese pequeño espacio es innegable, no solo por contener una zona de juegos infantiles para disfrute de nuestros peques, sino por el porte y antigüedad del arbolado que en él se conserva y por la existencia en dicho lugar de una de las tres capillas que, junto con la del Espíritu Santo sobre la desembocadura del Nalón y la de Copacabana en Villar, conservan un uso religioso en nuestro concejo.
En el Catálogo Urbanístico del Concejo de Muros de Nalón, bajo el epígrafe “Patrimonio natural. Jardines” se incluye esta zona verde bajo el título “Jardín de la Capilla de Santa Eulalia”, con una superficie aproximada de 11 áreas. El Ayuntamiento debió de proceder al ajardinamiento de este espacio poco tiempo después de concluirse en 1904 el proceso de expropiación y pago de la tasación, como puede apreciarse en algunas fotos antiguas, posiblemente de principios del pasado siglo XX.
En esta foto general del parque, aunque de no muy buena calidad, se ven dos grandes carbayos (Quercus robur), uno de los cuales sigue en pie todavía hoy. En primer plano aparece el seto de laurel real (Prunus laurocerasus), en el que se van intercalando plátanos de sombra (Platanus x hybrida), aún existentes (alguno debió de secar en algún momento y se sustituyó por tilos (Tilia platyphyllos), como puede verse actualmente).
En esta otra foto, además de los carbayos, aquí sin hojas, se distinguen algunos ejemplares recién plantados que siguen hoy en pie junto al tramo de acceso a la Capilla, como una delas dos palmeras datileras (Phoenix dactylifera) y la araucaria (Araucaria araucana), unos tipos de árboles considerados por entonces bastante exóticos y ligados al mundo indiano, de los que tenemos otros muy buenos ejemplos repartidos por nuestro municipio. Otros árboles presentes en el jardín son un enorme ejemplar de cupresácea, situada al oeste de la Capilla, un magnolio (Magnolia grandiflora), un tejo (Taxus bacata), algunos laurocerasos que, con el pasar de los años, han alcanzado gran porte, un pitósporo (Pittosporum tobira) igualmente arbóreo, y algunos otros árboles plantados quizá de menos edad, como un fresno (Fraxinus excelsior) y una camelia, muy cerca de la Capilla y del muro que separa el jardín de la finca trasera, que perteneció también al Marquesado de Valdecarzana, y donde se edificó la Urbanización El Vergel, que conserva también algunos árboles muy interesantes.
También la capilla del Campo del Palacio, “la capillina” como cariñosamente sigue llamándose con frecuencia, aparece en el Catálogo urbanístico, con la ficha número 126. Sus autores la datan en el siglo XVIII y hacen de ella la siguiente descripción histórico-artística: “Sencilla capilla de características populares, de planta rectangular, pórtico abierto a los pies, nave única y cabecera plana. Se construye con mampostería revocada y pintada reservándose el empleo de sillar para las esquinas, remate del muro de cierre del pórtico y las columnas de piedra, de tipo toscano. Se cubre a tres aguas con teja curva. Al interior de la nave recibe un falso techo; se separa del pórtico mediante un enrejado de madera y puerta calada, con barrotera torneada.”
Hace algunos años la Escuela-taller de Muros intervino en la Capilla para realizar obras de mantenimiento y pintura y para instalar un cerramiento metálico de los vanos que rodean al pórtico que impidiese algunos malos usos que se le estaban dando a este.
Es un detalle curioso que a esta capilla se la haya denominado con diferentes nombres. Además de referirnos a ella como Capilla del Campo del Palacio, aludiendo sin más a su ubicación, se la ha llamado, con más o menos frecuencia, Capilla de Santa Eulalia de Mérida, Capilla de Santa Regina y Capilla del Espíritu Santo. Parece que su nombre original es el primero de ellos, como viene a testimoniar el documento de Descripción de las fincas en el Coto de Muros pertenecientes al Mayorazgo de Valdecarzana, de 1774, donde se dice literalmente:
Tiene al Norte de dicha Casa Palacio una capilla de título Santa
Eulalia de Merida a donde concurren las procesiones de Ramos.
Tiene tras de un lado de la capilla un Bergel con algunos frutales
murallado en redondo de un día de aradura largo.
La advocación de parroquias y capillas en Asturias a Santa Eulalia de Mérida, la niña mártir, cuyos restos fueron trasladados de Mérida a Pravia en tiempos del rey Silo y de allí a Oviedo, en cuya Catedral descansan, y que en 1631 se convirtió en patrona de la Diócesis de Oviedo, es extraordinariamente frecuente, como puede verse en la obra de Manuel Vázquez-Prada (pág. 3-5), que lista y describe 40 iglesias parroquiales y 12 capillas con esa dedicación en Asturias. El retablo de nuestra capilla recuerda en el blasón de su ático la antigua pertenencia a la Casa de Valdecarzana, pues es el del apellido Miranda, con sus cinco bustos de doncella y cinco veneras de plata orlados por dos sierpes con las cabezas y las colas cruzadas. En la hornacina del retablo, barroco, se conserva también una muy hermosa talla barroca de madera policromada de Santa Eulalia, auténtica titular de la capilla, como concluyó también Félix Fierro (p. 152).
En 1850 Madoz, enumerando las capillas que existen en Muros, escribe: “otra [dedicada] a Santa Regina en el campo llamado del Palacio”. Y esa misma denominación la encontramos, curiosamente, en uno de los planos que en el Archivo histórico municipal se conservan:
En el documento de las fincas de Valdecarzana que mencionábamos antes se dice también lo siguiente:
“Igualmente paga otros setenta y cuatro reales de vellón por las
vísperas y misas cantadas que se celebran en el día seis y en el siete de
septiembre de cada año en la capilla de junto a la Casa Palacio”
Justamente el día 7 de septiembre es la festividad de Santa Regina de Alesia, también una niña, esta de origen galo, que padeció un martirio de características bastante semejantes al de Santa Eulalia. Cabe la posibilidad de que alguna de las marquesas tuviese ese nombre y quisiera celebrarlo con la celebración de esas misas en devoción a tal santa, pero es algo que no hemos podido comprobar.
En cuanto al nombre de Capilla del Espíritu Santo le vendría desde el momento en que se colgó en ella, y allí sigue, un relieve tallado en madera, procedente de la capilla del mismo nombre y que representa el descenso del Espíritu Santo el día de Pentecostés. Según Félix Fierro, por esa razón se celebró fiesta religiosa en la capilla el lunes de Pentecostés durante algunos años.
Seguro que a muchos de nosotros esta capilla nos evoca la celebración de la bendición del Domingo de Ramos, que tradicionalmente se celebra allí, aunque estos últimos años, por circunstancias, ha tenido que hacerse junto a la iglesia. Pues bien, en el documento que hoy hemos citado ya varias veces, se ofrece el testimonio de que ya en 1774 se celebraba la procesión de Ramos entre la capilla y la iglesia. En cuanto nos sea posible habremos de retomar esta tradición que cuenta con, al menos, dos siglos y medio de antigüedad.
Juan José García González – Javier García Alonso
Bibliografía
Fondos del Archivo Municipal del Ayuntamiento de Muros de Nalón.
García González, Juan José, “Una capilla con muchos nombres”, La Ilustración Asturiana, 39, otoño de 2010, pág. 8.
González-Fierro, Félix, Muros de Nalón, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1953.
Grande Roca, Armando, “El Campo del Palacio”, La Ilustración Asturiana, 29, primavera de 2008, pág. 2.
Vázquez-Prada Grande, Manuel, Iglesias y capillas de Santa Eulalia y Santa María Magdalena en Asturias, Muros de Nalón, Ayuntamiento de Muros de Nalón, 2022.