Pronto
hará un siglo que comenzó a planificarse la red que suministra el agua potable a
las casas del concejo, red que fue objeto de múltiples problemas que motivaron
la redacción de diversos proyectos, de manera que el agua no llegó a fluir por
los grifos hasta mediada la década de los treinta del siglo pasado.
Sin
duda resultó una gran mejora para nuestros padres y abuelos, pues les permitió
disponer de agua con menor sufrimiento y mayor calidad e higiene. No debemos
olvidar que hasta ese momento el agua debía buscarse en las fuentes públicas o
en los típicos pozos “artesanos” que aun podemos ver en muchas casas de nuestro
concejo.
Ante
la inexistencia de grandes manantiales dentro del concejo, la Corporación de aquella
época se vio obligada a buscar agua fuera del municipio, en concreto en el
entorno de Santa Olaya, en el vecino pueblo de Somao. Por un lado, el
Ayuntamiento de Muros de Nalón estuvo en tratos para comprar en 1926 el manantial
de La Pernal. El aforamiento de este manantial realizado en el verano de 1926
dio como resultado 2 litros/segundo, cantidad que no bastaría por si sola para
la población del concejo, pero que uniéndola a los otros 2 litros/segundo del
manantial del Rimuelas, podía garantizar el consumo del concejo. Ambos
manantiales están situados en las vaguadas adyacentes a Santa Olaya.
La
Pernal está situada al Este de Santa Olaya, en la vaguada anexa a la carretera
que desde Somao nos lleva a Recuevo. Carmen Requejo (pág. 83) nos indica que La
Pernal podría derivar del latín PERENNIS, PERENNE, en clara alusión al arroyo
duradero y permanente con agua hasta en el verano.
La
captación del Rimuelas estaría situada al Norte de Santa Olaya. En palabras de Requejo
(pág. 89), “Rimuelas es un hidrotopónimo compuesto por la palabra “río” y la
palabra “muelas”. La primera deriva del latín RIVUS, RIVI, río, y la segunda
alude a los molinos de agua dotados de muelas de piedra”. Una vez que el
Rimuelas recibe las aguas del arroyo de La Pernal irán a entregarlas al Mar
Cantábrico en la Playa de Campofrío, en lo que los murenses conocemos como el
río Ricabo.
La solicitud de concesión de aguas del manantial de La Pernal provocó la oposición de la Junta Vecinal de Somao. La controversia acabó solucionándola el Consejo de Obras Públicas adjudicando 1.18 litros/segundo de agua a Somao, concediendo el sobrante al Ayuntamiento de Muros de Nalón (R. O. de 12 de marzo de 1930).
En
el primer proyecto de 1926 no se consideraba necesaria la construcción de un
depósito para el pueblo de Muros, aunque finalmente acabó construyéndose uno de
unos 150 m3 de capacidad. Donde sí se planteó la necesidad de
construir un gran depósito de 500 m3 desde el principio fue en San
Esteban, para así poder dar servicio al puerto.
Por orden ministerial de 28 de julio de 1933 se otorgó la concesión de aguas del Rimuelas al Ayuntamiento de Muros de Nalón para derivar 4 l/s. El Ayuntamiento de Muros acometió las obras de conducción conforme a un segundo proyecto redactado en 1930. Tanto las obras de la red del Ayuntamiento de Muros de Nalón como las de la Junta Vecinal de Somao recibieron una importante subvención estatal.
La
conexión del Rimuelas y La Pernal no fue la única que realizó el Ayuntamiento
de Muros de Nalón, puesto que en 1948 solicitó también la captación del
manantial de El Vao (Bao en la documentación de la época), siendo necesario en
ese momento construir una conducción de 500 metros de longitud hasta la tubería
principal.
El
Vao se localiza al Oeste de La Marroquina, en el fondo de la vaguada que la
separa de Santa Olaya, y muy cerca del antiguo camino público que unía ambos núcleos
de población. Respecto de la toponimia no nos parece cuestión baladí la
existencia de este cruce del camino sobre el arroyo, puesto que tal y como nos
indica Requejo (pág. 75), pudiera provenir del latín VADUM, VADI, como “parte
de un río con fondo firme y poco profundo, por donde se puede pasar andando o
montado en una caballería”. La concesión aprobada en 1950 otorgó finalmente
15.5 litros/segundo de aprovechamiento.
A principios de los ochenta la escasez de agua en el concejo obligó a construir dentro de nuestro municipio una nueva captación, concretamente bajo el puente que cruza el río Ricabo, donde se edificó un pequeño azud de 1 metro de altura que retiene el agua para ser bombeada al depósito de El Palomar.
La
captación se realiza a la salida del túnel del Monteagudo en la vertiente de
Los Cabos, conduciendo el agua hasta llegar al depósito situado en la zona alta
de Roque. El punto de captación en el Monteagudo está 7.20 m más alto que el
depósito de San Esteban, por lo que el agua discurre por gravedad.
En
torno al año 2000 la conexión del depósito de Muros con la línea de CADASA
permitió asegurar el abastecimiento de agua en el caso de que fallasen los manantiales
propios del Ayuntamiento de Muros de Nalón.
Durante
el tiempo que hemos estado leyendo este texto ya han llegado a los depósitos de
San Esteban y Muros varias centenas de litros de agua, algo que por pasar hoy
en día desapercibido no es menos importante en nuestro día a día.
Javier García Alonso
– Juan José García González
Agradecemos a Manuel Ángel Pulido Ladra las informaciones
que nos ha proporcionado y han enriquecido este texto.
Bibliografía:
Gacetas del 19 de marzo de 1930 y 4 de agosto de 1933.
Requejo Sánchez, Carmen - Álvarez García, Cándido, Somao.
Los nombres de nuestro pueblo, Parroquia Rural de Somao, Llanera, 2019.





Tenía una vaga noción de lo que contáis sobre el suministro de agua a Muros, tan vinculado a los manantiales de Somao. Muchas gracias por la información exhaustiva que proporcionáis y por citar el libro de "Los nombres de nuestro pueblo". Un abrazo, Carmen Requejo
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Vuestro libro resulta siempre de gran ayuda. Un abrazo.
EliminarUna entrada muy, muy interesante. Muchas gracias 🙂
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
EliminarMuy interesante artículo, que ayuda a valorar un bien escaso. Gracias.
ResponderEliminarGracias por comentar. Un saludo
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