LA RIBEIRINA INTERACTIVA

Hace ahora un año publicábamos en este blog el hallazgo de un lugar con un posible interés arqueológico entre las playas de Veneiro y La Ribeirina. Si alquien quiere recordarlo puede leerlo en el siguiente enlace: https://historiamurosnombres.blogspot.com/2023/07/lo-que-la-riveirina-esconde.html

En aquel momento explicábamos la existencia de dos agujeros en una piedra predominante del acantilado, uno en su cúspide y otro en la parte inferior, el cual estaba semiderruido. Previamente a la publicación ya se había comprobado que la alineación de ese agujero inferior coincidía en la época del solsticio de verano con la salida del sol, al costado de la Peña de la Deva. Otros elementos relevantes eran lo que parecía una mancha negra de hollín en la parte inferior de la piedra, y también su cercanía a escasos metros del Castro del Campón, al que podría haber estado vinculado.

Haciendo públicas las características de la piedra, se buscaba que algún experto estudiara y explicara el origen y uso de esos agujeros. Lamentablemente no fuimos capaces de captar el interés de los arqueólogos, geólogos y resto de técnicos versados en la materia. El posible descubrimiento también se notificó a la Consejería de Cultura, por ser la Administración competente en materia arqueológica.

A lo largo del verano de 2023 consultamos motu proprio a diversos profesionales de la arqueología que gentilmente nos atendieron. Uno de ellos y a través de fotografías manifestó que dichos agujeros tenían un origen natural independientemente del uso al que fueran destinados. El resto de técnicos consultados in situ sí percibieron un claro interés arqueológico que debería ser estudiado más a fondo.

De un grupo de arqueólogas recibimos sin duda los mejores consejos en una visita realizada al lugar en el mes de agosto. El primero de ellos, continuar observando la roca a lo largo del año para comprobar si por el agujero superior se producía algún tipo de fenómeno relacionado con el sol.

Y es que, si observamos el sol desde un punto fijo durante todos los días del año, veremos cómo nuestro astro no se pone siempre en el mismo lugar. Por ejemplo, si nos situamos en La Ribeirina en el solsticio de verano el sol se pone encima del mar, justo por delante del Gavieru (al oeste de la Playa de Aguilar). A medida que pasan los meses de julio, agosto, septiembre, etc., el sol en su eclíptica va poniéndose cada vez más al Sur, dejando de hacerlo en el mar y retrocediendo a tierra, primero por la zona del concejo de Cudillero y más tarde por Villar. En la eclíptica solar el punto opuesto al solsticio de verano es el solsticio de invierno (en torno al 21 de diciembre), por lo que a priori podía suponerse éste el momento en el que apareciera el sol en el agujero superior. Sin embargo, la sorpresa apareció a mediados de octubre cuando observamos la puesta del sol cercana a la alineación del agujero. Durante los últimos días de octubre intentamos la observación, pero las nubes no nos lo permitieron. Finalmente, el día 31 de octubre pudimos comprobar que durante los últimos cinco minutos del día el sol entra en el agujero superior de la piedra con el siguiente resultado.

Más allá de la bonita fotografía lograda debemos dejar planteado si una vez demostrado empíricamente el posicionamiento del sol al interior de los agujeros en dos fechas diferentes del año (San Juan y Samaín), la piedra tenía algún tipo de vinculación con la actividad de los pobladores del castro en esas fechas. Lógicamente tendrán que ser expertos en el tema los que lo estudien y concluyan.

Lo que sí podíamos hacer nosotros era la segunda de las recomendaciones que nos habían dado nuestras arqueólogas: modelizar el lugar por si la erosión marina fragmentaba el acantilado y se perdía la piedra. Por ello generamos dos modelos de la zona a partir de fotogrametría digital. El primero que se muestra es uno de detalle de la piedra localizada, mientras que el segundo amplía la zona hasta el acantilado.

Peña de la La Ribeirina (ASTURIAS) by topojavi on Sketchfab

Puede pincharse en el interior de los modelos para moverlo y rotarlo teniendo una experiencia interactiva.

Acantilado de Veneiro y La Ribeirina (ASTURIAS) by topojavi on Sketchfab

Compartir estos modelos es lo que finalmente motiva esta entrada del blog con tres fines:

1. Nuestro interés de divulgación alcanza a que cualquier vecino pueda conocer el lugar sin los riesgos de acercarse a la zona. No debemos olvidar que el acceso es muy peligroso y no recomendado para personas que no conozcan el terreno. Se trata de una zona agreste e inestable, con gran exposición al vacío, y, por si fuera poco, afectada por el mar.
2. Esa divulgación también podría llegar a los posibles expertos en el tema, por si les pudiera servir para realizar estudios o mediciones.
3. El último de los empeños es dejar documentado convenientemente dicho lugar, pudiendo realizarse en cualquier momento una réplica 3D si fuera necesario en el futuro.

El hecho de que hasta ahora no conozcamos estudios sobre el tema, no significa que la ciencia o técnica en el futuro no nos lo pueda aclarar. Quedamos a la espera.

Javier García Alonso

AGRADECIMIENTOS:

Sin duda no hubiéramos realizado este trabajo sin las opiniones y valoraciones de los arqueólogos que nos acompañaron a conocer y analizar la piedra. Fueron trascendentes también las conversaciones con Juan José García, como toma a tierra de ciertas ideas un poco bizarras. También fue primordial la desinteresada ayuda de los topógrafos Raúl García Cantón y Pablo Rodríguez Fernández en la generación de los modelos. Y todo ello no hubiese llegado a buen puerto sin la perseverancia de Adolfo García.

TOPÓNIMOS CON NOMBRES DE ANIMALES (ZOOTOPÓNIMOS) (y II)

En la entrada del blog del pasado 8 de junio reuníamos un abundante conjunto de topónimos del concejo derivados de nombres de animales. Hoy intentaremos completar el catálogo de los zootopónimos haciendo una lista de los que se relacionan con los peces y otros animales marinos y las aves y pájaros.

Entre los zootopónimos procedentes de peces sin duda el más conocido es la Playa de Cazonera, con el que ponemos otro en conexión, Los Cazonales, un lugar situado en la ería o llousa de Las Traviesas. Según García Arias (pág. 422) “dos playas, de Muros y de Gozón, se llaman La Cazonera y deben su nombre a ser lugares donde hubo abundante pesca de cazón, vocablo asturiano que recibe el Mustelus mustelus, Mustelus canis y Galeus galeus, término acaso originado en una variante del latín cattum “gato”, esto es, *CATTIONEM”. Así se explica, pues, el nombre de la playa, que en realidad es, entre nosotros, Cazonera, sin artículo.

Vistas desde el mirador de La Atalaya de las playas de Cazonera y La Atalaya

En el vecino pueblo de Somao existe también un lugar llamado El Cazonal; allí el río Rimuelas se remansaba formando pozas de cierta profundidad donde podían pescarse truchas. Carmen Requejo (pág. 136) explica el topónimo según la cita anterior, pero apunta también (pág. 137) que, dado que “el modo de pescar en los ríos era más parecido a lo que se entiende por “cazar” puesto que… se pescaba a mano”, “quizá el topónimo El Cazonal tenga algo que ver con la palabra “cazar” y entonces derivaría del latín vulgar *CAPTIARE, derivado de CAPTARE “intentar coger” […] Según esto, el topónimo podría significar “lugar donde se intenta coger truchas”. En la página anterior había sugerido: “lo más probable es que “cazón” fuese un nombre genérico que se daba en Somao a los peces de agua dulce”.

Panorámica desde el pedrero de Chalanos donde se ve en el centro de la imagen la Peña Anguilera, a su izquierda la Peña Aguadul y a la derecha en tierra el característico Llombu`l burro.

En el ámbito costero existen otros dos zootopónimos creados a partir de animales marinos: Peña Anguilera y Punta Percebosa, el primero, referido a una piedra situada frente a Llombu’l burro, posiblemente por ser un lugar abundante en anguilas, del latín ANGUILLAM, con paralelos en otros topónimos asturianos como Anguileiru (Valdés), Anguileiro (Tapia) o incluso, por derivación semántica, L’Angliru (Riosa). Y también Punta Percebosa debió de recibir este apelativo por su abundancia en percebes, palabra procedente del bajo latín POLLICIPES. Otros lugares costeros asturianos como Percebeiros (Valdés) o Percebera (Cudillero) tienen el mismo origen.

Vistas desde el Dique del Oeste de la Punta Percebosa y las playas de San Esteban

Las aves domésticas recordadas en nuestra zootoponimia son las gallinas, las palomas y quizá también los patos.

Cerca de La Casilla hay un lugar conocido como Gallinouro o Gallinoiro, variantes propias del asturiano occidental con el significado de “gallinero” y que derivan del latín GALLINAM, forma femenina de GALLUM. Otro lugar en Villar se llama Polledo, que partiría etimológicamente del latín PULLUM; este vocablo podía significar tanto “animal pequeño” como “brote, renuevo” (García Arias, pág. 434). Se plantea, pues, la duda de si el nombre colectivo Polledo aludiría a un conjunto de pollos o bien a un lugar abundante en brotes de plantas nuevas.

Del latín PALUMBAM, “paloma”, proceden los topónimos Palombera y El Palomar. El primero de ellos, en Reborio, conserva el consonantismo más antiguo, aunque el nombre se oye también castellanizado en Palomera, al igual que ocurre, de forma ya generalizada, con El Palomar, con el sentido de edificación preparada para la cría de palomas. Esta zona de El Palomar, la de mayor altitud -178 metros- de todo el concejo de Muros de Nalón, la comparte éste con Somao, y por tanto con el vecino Ayuntamiento de Pravia, y por entre ciertas casas y fincas de esta zona discurre uno de los límites más al sur de nuestro concejo. Sin embargo, parece que la forma más antigua de este lugar fue El Palonbar (sic), según aparece documentado en el empadronamiento de Muros de 1680, como lugar de residencia de varios de los censados (La Ilustración asturiana, segunda época, 46 (verano de 2012), pág. 7).

 

Estas casas de El Palomar pertenecen al municipio de Muros y se encuentran en su cota más alta (178 metros)

Es posible que La Patona, en Reborio, derive de la voz castellana pato, de origen oscuro, aunque posiblemente árabe. Este lugar debió de ser, en tiempos, bastante húmedo, con abundantes pozas y charcas, hábitat apetecible para los patos, aunque quizá más de tipo silvestre que doméstico.

El Camín de La Patona estaba lleno de pozas y charcos hasta que fue rellenado hace unas cuantas décadas y la vegetación de las fincas aledañas abunda en junco, lo que denota su alto grado de humedad.

También es bastante rica la zootoponimia murense en nombres procedentes de aves y pájaros.

La Playa de Aguilar toma su nombre de un abundativo del latín AQUILAM, lo que daría a entender que en tiempos pasados el lugar habría sido frecuentado por este tipo de aves de presa. A su lado, frente a la punta de El Castiello, nos encontramos con la Peña Los Curros, nombre puesto en relación con coríu, que es, a su vez, un sinónimo de pato. Según Armando Grande la roca “debe su nombre a que hasta no hace muchos años siempre, o casi siempre, había posado en ella un “Curro Calón”, o más de uno, inspeccionando las aguas para cazar algún pez, que eran su sustento diario”. Añade también que “curro calón” es una forma de designar a los cormoranes y lamenta que sea una especie amenazada de extinción.

Estas tres altas peñas se denominan Cagariteiros o Los Peñones, estando situadas entre Chalanos y Las Llanas.

La Peña Cagariteiros, también llamada Los Peñones, podría recibir quizá su nombre de unos pájaros marinos del género Phalacrocorax, a los que se denomina comúnmente cormoranes o, en algunos lugares, cagones, que parecen ser el origen de la Playa Cagonera de Gijón. También en la línea costera, entre las playas de Las Llanas y de los Chalanos, se recoge el topónimo Los Glayos. Con este nombre se designa en asturiano a dos animales bien diferentes: un pájaro, el arrendajo euroasiático, Garrulus glandarius, de la familia de los córvidos, y un pez de cuerpo alargado, el Pristiurus melanostomus, más conocido como patarroxa en asturiano y patarroja en castellano. En el contexto marítimo en que se localiza el topónimo analizado, quizá el origen se encuentre mejor en el pez que en el ave, por más que el uso del nombre glayu sea más familiar para designar al ave que al pez.

Inmejorables vistas de nuestra costa desde el mirador situado en Los Glayos

El Camín del Paxareo, como indicábamos en la entrada de este Blog de fecha 23/9/2023, unía de forma rápida y directa El Pontíu/Pontigo con la Casa La Consejera y sin duda recibía su nombre de la multitud de pájaros que podrían habitar en esa zona de bosque orientado a la salida del sol.

Para concluir este listado de zootopónimos murenses, nos queda citar Cucuruxa/Cucuruxo o Coguruxa/Coguruxo, a partir del nombre asturiano curuxa, correspondiente al castellano lechuza; el primero, con sus dos variantes, lo encontramos en femenino en el curso bajo del Río Ricabo en el límite del municipio con Cudillero y en masculino como denominación de la isla anexa al Puente de La Portilla. También en un lugar cercano a La Casilla aparece la variante Coguruxo. 

La isla denominada El Cucuruxo o El Llaín, situada río abajo del Puente de La Portilla

La Cerrica es un lugar de localización imprecisa en La Pumariega y recuerda el nombre asturiano del pequeño pájaro de color pardo, Troglodytes troglodytes, llamado chochín común en castellano.

 

Juan José García González – Javier García Alonso

 

Bibliografía:

 

García Alonso, Javier, Mapa de la Toponimia Menor del concejo de Muros de Nalón, Muros de Nalón, 2022

García Arias, Xosé Luis, Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, Editorial Prensa Asturiana, S. A., Oviedo, 2005

Grande Roca, Armando, “Las peñas de la Playa de Aguilar: La de los curros”, La Ilustración asturiana, segunda época, 40 (invierno de 2011), pág. 3

Requejo Sánchez, Carmen - Álvarez García, Cándido, Somao. Los nombres de nuestro pueblo, Parroquial Rural de Somao, Llanera, 2019