viernes, 25 de octubre de 2024

TOPÓNIMOS RELACIONADOS CON EL RELIEVE, LOS ORONIMOS (I)

Las elevaciones y cambios de altura de los lugares determinan notablemente no solo su fisonomía sino también su toponimia, que termina reflejando, por oposición, la mayor o menor elevación de un determinado lugar. Aunque nuestro municipio ocupa, en buena parte de su superficie, una rasa costera relativamente llana, ofrece también desniveles claros cuando nos acercamos hacia sus límites naturales: el río Ricabo, el mar Cantábrico y, muy especialmente, el río Nalón.

Con el nombre de orónimos, cuyo primer elemento, oro-, del griego ὄρος óros, significa “montaña”, se designan los accidentes del relieve, esos puntos que se sitúan más arriba o más abajo, en cuesta, en llano… y configuran la morfología de un lugar. A un primer grupo de ellos dedicaremos esta entrada de hoy. Veremos que, como ocurre en todos los tipos de topónimos, algunos hablan por sí solos y otros están un poco más escondidos detrás de su nombre.


En la zona de L’Atalaya, se encuentra El Monte, del latín MONTEM “monte”, que en asturiano puede referirse tanto a una montaña como a un lugar boscoso. Pero el lugar que designa nuestro topónimo, que se ha visto muy frecuentado en los últimos años por encontrarse allí “El jardín de Margarita”, el bellísimo jardín creado por nuestros vecinos Margó Álvarez y José Luis Alonso, se sitúa en la parte más alta de San Esteban, en un lugar bastante elevado si se contempla desde el puerto. La misma raíz comparte La Llousa el Promontorio, -situada al Este de La Quintanina, cayendo hacia Roque- que es, según la RAE, una altura considerable de tierra que avanza dentro del mar.


La Llousa el Promontorio desde La Fontanina

La urbanización Miravalles ha conservado el antiguo nombre de la finca en la que fue edificada. Situada en un alto muy cerca de La Plaza y orientada al Este, hacia el río Nalón y el municipio vecino de Soto del Barco, disfruta de una muy amplia vista hacia el valle. García Arias (pág. 72) entiende este orónimo con el significado de “observatorio” y, según él, su etimología tendría que ver con la palabra mira “montón de piedras en un montículo que sirve de observación u orientación”.

En el centro de la imagen la finca Miravalles.


El Cuerno es un lugar bien conocido situado sobre la playa de Aguilar. A priori podríamos pensar que dicho topónimo estuviera relacionado con el cuerno de los animales que pastaran en lo que, hasta no hace muchos años, era una zona de prados. Por otro lado, el hecho de que dicho lugar esté a la vera de la mar podría hacernos pensar también que tal cuerno recuerde a una bígara (Triton nodifer) como la recreada en la Fuente del Caracol; y es que la caracola de estas bígaras fue utilizada como turullu para hacer sonidos al igual que los cuernos de los animales y de ahí su denominación. 


Imagen tomada desde El Castiellu en la que se puede apreciar aún el prau de El Cuerno

Y aún nos quedaría una tercera posibilidad de explicación verosímil, quizá la más probable, motivada por la topografía del lugar, situado a mayor altura y separado por una fuerte pendiente de la Playa de Aguilar. Cuerno, entonces, del latín CORNU “cuerno”, como “lugar elevado” sería un uso metafórico del apéndice apuntado hacia arriba de algunos animales.


Refrendaría esta tercera posibilidad la existencia, a su Oeste, del lugar llamado Los Picos. Este topónimo está relacionado con otros también existentes en nuestro municipio: El Pico del Toral y El Picón, los dos situados en zonas elevadas. Y aún más, parece estar relacionado con ellos El Piqueiro, una antigua ería que se encuentra entre Mariñapire y el Alto de las Llanas. Todos estos orónimos parecen compartir el mismo étimo, pico. Este, según la RAE, puede tener diversas acepciones; además de ser la parte saliente de la cabeza de las aves o una parte puntiaguda que sobresale en el borde de una cosa, puede ser también la cúspide de una montaña o también una montaña de cumbre puntiaguda, acepciones estas últimas que convienen a nuestros topónimos. La palabra pico procede, según García Arias (pág. 45) del latín PICUM “pico” a través de una variante *PICCUM, aunque considera que “no sería imposible contar con el influjo del céltico BECCUM “pico de las aves”. Por otra parte, El Piqueiro, con la característica diptongación del asturiano occidental, evoca a un adjetivo existente en esta lengua, según recoge el DALLA, piqueru, -a, -o, con el que se define a una vaca “que tien un cuernu o los dos cuernos llevantaos y les piques un poco vueltes p’atrás”.


La zona de El Piqueiro y Mariñapire al fondo

Se conoce por El Cogote a una zona al Este del mirador de Los Glayos. Aparecen diferentes fincas con dicha denominación anexas a La Barquera. Creemos que dicha denominación se explicaría por las diferentes formas del terreno en esa zona de fuertes desniveles. Posiblemente su origen remonte a la voz latina *CUCUM “cabeza”, que García Arias (pág. 53) postula para explicar otros topónimos similares como El Cogorote (Valdés).

Dentro de nuestro concejo existen diversas fincas conocidas como El Dosal, unas situadas cerca del puente de La Portilla y otras aguas arriba de El Forno, ya en el límite del municipio. Fuera de nuestro municipio, aunque en sus proximidades, también se conoce como El Dosalón a la isla del río Nalón dedicada a la producción de kiwis. Todos estos lugares están en zonas inundables y son llanos, lo que quizás pudiera explicar el origen y abundancia del topónimo. Remontan estos nombres, seguramente, (García Arias pág. 57) al adjetivo latino DORSUALEM “situado sobre un lomo”, derivado de DORSUM “espalda”, término que se aplicaba a lo que se parecía a un lomo horizontal.

También en los topónimos La Cuesta y La Cuesta’l Tonto, situados respectivamente en las inmediaciones de Quintana y de La Cobertoria y cercanos ambos a otros lugares conocidos como El Llano, la razón del nombre es su pendiente. Su origen está en el latín COSTAM con el significado original de “costilla, lado”, que pasó a aplicarse a un accidente del terreno (García Arias, pág. 56).





Es curioso constatar cómo muchos de los étimos relacionados con los accidentes del relieve son usos metafóricos de partes del cuerpo, bien sea humano, bien de los animales, así cuerno, pico, cabeza, dorso, costilla por citar los que encontramos en Muros.

Y para terminar con el inventario de orónimos del municipio relacionados con la elevación del terreno, mencionaremos El Cotapín, un lugar situado en la bajada desde Villar a Campufríu. El desnivel respecto de la zona aguas abajo del río Ricabo explicaría su nombre, puesto que, según el DALLA un cotapu es un cueto [pequeñu], y un cuetu es una elevación aislada en el terreno.

Juan José García González – Javier García Alonso


Bibliografía:

DALLA: Diccionariu de la Llingua Asturiana (https://www.diccionariu.alladixital.org)

García Alonso, Javier, Mapa de la Toponimia Menor del concejo de Muros de Nalón, Muros de Nalón, 2022

García Arias, Xosé Luis, Toponimia asturiana. El porqué de los nombres de nuestros pueblos, Editorial Prensa Asturiana, S. A., Oviedo, 2005

RAE: Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española.




sábado, 12 de octubre de 2024

¡TODO CAMBIA, LA TOPONIMIA TAMBIÉN!

La toponimia, al igual que otras ramas de nuestra cultura, no es algo inamovible, sino que está viva y en constante evolución a lo largo del tiempo. Todos los murenses conocemos El Sagradal, denominación por la que se conoce a una peña, a una playa e incluso a algunas fincas en la zona alta del acantilado, todo ello situado al Oeste del Espíritu Santo; es un nombre que podría surgir de una palabra derivada del latín SACRATUM, “sagrado” o quizá de SECRETUM, “secreto, alejado”. Pero en los últimos tiempos hemos escuchado a algunos de nuestros vecinos referirse irónicamente a la playa de El Sagradal como la “Playa de las Suelas”.


Durante la primera quincena del mes de septiembre se realizó en la Casa de Cultura “José Manuel Alonso Delgado” una exposición de Miguel Macías Díaz, un joven vecino de nuestro concejo que cursa estudios artísticos. El germen de la exposición fueron las jornadas de limpieza de plásticos y basuras de nuestros pedreros y playas, realizada altruistamente en varias ocasiones por un grupo de vecinos del concejo. 


El resultado de aquellas batidas de limpieza fue la recogida de grandes cantidades de plásticos, neumáticos, etc. Sin embargo, el desproporcionado número (cientos) de suelas de zapatos extraídas de los pedreros motivó que nuestro joven artista se planteara realizar como proyecto académico una exposición que ayude a concienciar del problema de la suciedad de nuestros mares.


Imagen donde puede verse la maqueta que realizó con documentación en las paredes y el montón de suelas extraídas de la playa.

Gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Muros de Nalón, Miguel pudo materializar su proyecto académico en la sala de exposiciones de la casa de cultura, variando la colocación de las suelas hacia la representación de otras dos suelas aún mayores.


Lo curioso es que en su exposición Miguel no solo reflexiona acerca de la suciedad de nuestros mares, sino que también lo hace respecto de la toponimia de la zona. Y es que sucede con la toponimia algo parecido a lo que ocurre con los diccionarios o la cartografía, que son cambiantes, puesto que cualquier representación de la realidad debe ser capaz de reflejar los cambios que se producen en ella.

Fueron diversas las variables que motivaron un cambio en el uso de algunos topónimos de nuestro concejo. Quizás el más popular sea la nueva denominación que se le dio a la Playa de Veneiro después de encontrar allí los restos de “Xilo el Hilario” en 1913, y que ya tratamos en una entrada de nuestro blog:(https://historiamurosnombres.blogspot.com/2023/02/toponimia-en-los-alrededores-de-el.html).

Otras veces la variación o creación de nuevos topónimos se produjo por la instalación de actividades modernas en una zona que tenía otra denominación hasta ese momento. Ejemplo de ello podrían ser las zonas de San Esteban conocidas como La Hullera o Los Desguaces, lugares que adquirieron esos nombres debido a los nuevos trabajos en ellos realizados a lo largo del siglo XX, al igual que sucedió en Muros con La Tejera, lugar situado en la trasera de las escuelas y donde se producían tejas y ladrillos.

Otros cambios en la toponimia del concejo pueden tener una raíz cultural, tal y como sucedió en La Pumariega. La construcción de la carretera de San Esteban a El Parador hizo que la Fuente del Castañeo quedase tres metros por encima de la rasante de la carretera, lo que dificultaba su acceso. Por ello se construyó una nueva fuente al pie de la carretera, cuya agua mana por un caño integrado en una caracola (bígara en asturiano), motivo por el que popularmente se conoce como la Fuente del Caracol.


Un último cambio en la denominación de lugares de nuestro concejo lo encontramos en el Molín de Baragaña, conocido por nuestros mayores por haber estado regentado por dicha familia hasta bien avanzado el siglo XX. Sin embargo, hemos encontrado en documentación histórica una denominación anterior: El Molín del Pisón. Un pisón es el mazo de madera con el que se golpea en un batán para endurecer las telas, dar forma al hierro, etc. Sabemos por transmisión oral que la última época de la familia Baragaña se dedicó tan solo a la molienda, a partir de la rotación de las muelas. Desconocemos si la referencia al pisón vino motivada como analogía de éste con el molín o si realmente existió siglos atrás algún batán anexo al molín.

Obviamente desconocemos cómo evolucionarán los topónimos de nuestros pueblos en el futuro, pero sí creemos que los nuevos nombres aquí comentados contribuyen a salvaguardar una parte de nuestra historia, resultando así enriquecedores para la cultura y el patrimonio del concejo.  

Javier García Alonso – Juan José García González



LOS CARGADEROS

A la par que se construía la línea de ferrocarril entre las cuencas mineras y San Esteban, la Sociedad General de Ferrocarriles Vasco Asturi...