En una entrada anterior
(pulsa aquí para leerla) ya comentábamos
el aprovechamiento de xunco en La Xuncal/Xunquera. Pero no era aquella la única
finca de grandes dimensiones del Ayuntamiento de Muros de Nalón que este ponía
a disposición de los vecinos para la extracción de hierbas y mullidos con
destino ganadero. En la entrada de hoy visitaremos el Sur de Era, concretamente
una zona de prados bañados por el río Nalón, a escasos metros de El Forno. Los
vecinos conocemos la zona como El Cerco/ Los Cercos, pero en otras épocas
también fue conocido como la “Vuelta del Forno” por estar situada en el lugar
donde se forma el primero de los característicos meandros del Nalón en nuestro
concejo.
En El Cerco tiene el
Ayuntamiento de Muros de Nalón una gran finca de unas 5 hectáreas que fue
aprovechada por el común de los vecinos del concejo desde tiempo inmemorial. Esa
inmemorialidad fue la que permitió inventariarlo en 1859 como bien propio del
Ayuntamiento. Durante el desarrollo de la desamortización de Madoz de 1855, la
presión de los vecinos permitió que no fuera vendido a terceros, siendo
inscrito en 1862 a nombre del Ayuntamiento en el Registro de la Propiedad. Creemos que este es el motivo por el que esta finca es la única finca pública, mientras
que el resto de fincas privadas aguas arriba entraron en el tráfico
inmobiliario, al producirse la desamortización, a los vecinos de Los Cabos.
El acceso a la finca municipal se realizaba desde Era, a través del camino que baja a El Forno. Toda la finca es llana, teniendo una altitud media de 2 metros sobre el nivel del mar, por lo que es cubierta parcialmente por las grandes mareas.
Abajo
en primer término encontramos El Cerco rodeado de agua en una gran pleamar.
En toda la finca existen
multitud de huelgas o canales que convierten al Cerco en una pequeña isla
rodeada de agua a pleamar. De ahí se podría explicar el topónimo Cerco, a
partir de la voz latina CIRCVM con el significado de “alrededor”; se trataría
aquí de un cerco de origen natural, no creado por mano del ser humano.
En el Archivo Histórico del
Ayuntamiento de Muros de Nalón se almacena documentación de las subastas delas hierbas
de El Cerco desde 1891. A diferencia de lo que sucedía en La Xuncal,donde se
recogía únicamente el xunco para las camas del ganado, en El Cerco la mayor
parte de las hierbas recogidas eran para alimento de los animales.Y es que, debido
a la salinidad de la zona, la hierba resulta muy sabrosa y por ello es comida
con facilidad por los animales.
Previamente a la subasta, la
finca se dividía en 10 lotes o quiñones. Cada uno de estos lotes aún podía
resultar muy grande para las ganaderías familiares de la época, por lo que era
habitual que varias familias se unieran entre sí para pujar en la subasta.
Los quiñones tenían
diferente precio de partida en la subasta, siendo los más cercanos a El Forno
los menos valorados, pese a estar más cerca del camino. Y es que en esa zona se
producía la peor hierba debido a las continuas inundaciones.
La subasta solía celebrarse
en los meses de abril o mayo y habitualmente solía utilizarse el método de
“pujas a la llana” durante el tiempo que la mesa lo considerara necesario, que
habitualmente era media hora. Una vez finalizada la subasta, los adjudicatarios
tenían diez días de plazo para realizar el pago.
El aprovechamiento se
realizaba desde la adjudicación en el mes de mayo hasta el final de año, lo que
posibilitaba al menos dos siegas, el verano y el otoño. Solo se permitía la
siega, estando prohibido el cultivo de la tierra.
De igual forma también estaban obligados a la retirada
del carrizo de las huelgas, de cara a mantener limpia toda la extensión,
haciendo que esta planta no proliferara. Así se explica el cambio tan profundo
que sufrió la zona, tal y como puede apreciarse en las siguientes imágenes.
Uno de nuestros informantes
nos explica que, previamente a la subasta, “se
marcaban los lotes sobre el terreno con la gadaña en posición vertical”, en
la acción que se conocía como “riscar”, del latín RESECARE, con el significado
de “cortar”. Desconocíamos esta acepción murense tan particular y ya casi
totalmente olvidada del verbo, el cual es recogido por García Arias en la zona
eonaviega con un significado similar: “Apuntar,
hacer señales en paredes o maderas con un punzón o tiza”.
Al igual que sucedió en La
Xuncal, la forma de la subasta fue variando a lo largo de los años. Aunque lo
más habitual era que la finca estuviera dividida en quiñones, hubo años en que
la finca se subastó en su totalidad. Es altamente improbable que un solo vecino
aprovechase toda la finca para sí mismo, por lo que debemos pensar en una
posterior división en lotes.
La zona de El Cerco está muy influida por el imponente río Nalón con sus grandes riadas, lo que ha motivado que desde 2017 el río haya variado su cauce, disminuyendo la superficie de la finca municipal 3.500 m2.
A la izquierda la finca en 1997 y a la
derecha la finca actual después de comer el río gran parte de la finca.
Javier García Alonso
- Juan José García González
Expedientes de enajenación
de hierbas, Ayuntamiento de Muros de Nalón, 1891-1980.
https://mas.lne.es/diccionario,
García Arias, XoséLluis, Diccionario General de la Lengua Asturiana (Consultado
el día 16/11/2025)
Esta entrada no hubiera
podido realizarse sin las conversaciones mantenidas con diversos vecinos del
concejo, los cuales nos aportan información que no existe más que en su
memoria.








