En el muro de piedra que
bordea la urbanización “Las Palomas”, en La Plaza de Muros, puede verse,
situada a la izquierda del portón de acceso a la urbanización, una inscripción
de mármol, cuyo texto transcribimos a continuación:
EN ESTA CASA VIVIO Y
MURIO
EL PROFESOR BLAS AZNAR
MÉDICO, HUMANISTA, Y
FIGURA
EMINENTE DE LA
MEDICINA
LEGAL CONTEMPORANEA.
SUS COMPAÑEROS,
DISCIPULOS Y
AMIGOS DE LAS
UNIVERSIDADES
DE MADRID, SALAMANCA,
OVIEDO Y VALENCIA
AÑO
1997
Como puede leerse, la
inscripción fue colocada en el año de 1997 en recuerdo y homenaje de un insigne
personaje que había fallecido diez años atrás, Blas Aznar González. Van a
cumplirse el mes que viene 38 años de su muerte y hemos pensado que algunos de
nuestros vecinos quizá no tengan ya recuerdo de esta persona tan relevante y merecedora
de reconocimiento que, como dice la inscripción, vivió y murió en nuestro
pueblo.
Parafraseando a
Clarín, a don Blas, como era y sigue siendo conocido entre nosotros, “lo
nacieron” en Avilés, aunque creemos poder asegurar que él se sintió siempre
profundamente murense. Efectivamente, vino
al mundo el 12 de diciembre de 1903, en esa ciudad en la que su padre,
Francisco Aznar Martínez, era director médico de la Estación Sanitaria del
Puerto de Avilés. Su madre fue la murense Mercedes González Menéndez, hija de
José María González Fernández-Vallín, que era primo carnal del primer marqués
de Muros, y un hermano de su madre, Gerardo González, fue el último
administrador de los marqueses de Valdecarzana en Muros, de manera que su
familia materna estaba profundamente enraizada en nuestro municipio.
Estudió el Bachillerato
en Avilés. Parece que uno de sus juegos favoritos de su infancia era el de
policías y ladrones, lo que parecía presagiar su actividad futura. En Gijón
preparó el ingreso en la Universidad. En la de Madrid cursó la carrera de
Medicina entre 1920 y 1927. En la capital ejercía ya por entonces su carrera
profesional también de médico su hermano Claudio, trece años mayor que él, y
que le influiría en su formación y orientación profesional.
En 1931 obtuvo el
grado de doctor con la tesis “Nuevas orientaciones y nuevas técnicas para el
examen del pelo en Medicina Legal.”
Sin haber terminado
la carrera comenzó ya su actividad profesional, que estaría repartida en tres
líneas claramente relacionadas entre sí: la docente, la investigadora y la
pericial, todas ellas enmarcados en el ámbito de la medicina legal y de la
criminalística.
Entre 1933 y 1968
ocupó diversos cargos docentes en la Universidad Complutense de Madrid y en
1968 obtuvo por oposición la Cátedra de Medicina Legal de la Universidad de
Salamanca, plaza que ocupó hasta su jubilación en 1973. Pronunció gran cantidad
de conferencias e impartió muchos cursos. A los que organizaba sobre
Investigación Criminal en Madrid acudían alumnos de las más diversas
profesiones: sanitarios, profesionales del derecho, personal de la Policía, de
la Guardia Civil y del Ejército. Aproximadamente la mitad de sus alumnos eran
españoles y el resto procedían de Hispanoamérica y los EEUU, de Líbano,
Portugal, Polonia, Alemania, Francia, Inglaterra, Marruecos e incluso de China
e India.
Realizó una intensa
labor en el campo de la investigación criminal forense, incorporó las técnicas
más avanzadas y en vanguardia de la época. Defendía la necesidad de la
colaboración entre los médicos, la policía criminal y la justicia.
Sus investigaciones y
métodos científicos fueron reconocidos por los investigadores internacionales;
sus trabajos eran citados en la literatura científica alemana, inglesa,
francesa… Escribió más de 90 trabajos de investigación, entre libros y
artículos científicos, en el ámbito de la criminalística, dedicados al estudio
de las armas, los documentos, el esperma, las huellas dactilares, el pelo, los
restos óseos, la sangre, los tóxicos, así como sobre técnicas de
investigación. Podríamos destacar
algunas obras, como su Manual teórico
práctico de medicina forense (Madrid, 1935) o una de sus últimas obras
publicadas: Personalidad biológica de
Azorín (1973), el en que realiza el perfil biográfico del escritor a través
del estudio de su escritura, su estructura dermopapilar y la influencia del
mundo circundante en su configuración vital. Otra obra muy importante, por la
novedad de su enfoque, fue el libro de 1968 Notas
para un estudio sobre Biología Criminal de la Mujer (La delincuencia
catamenial), en el que estudiaba la delincuencia vinculada al ciclo
menstrual de la mujer, un tema en cuyo estudio don Blas fue absolutamente
pionero. Se tiene constancia de que un tribunal norteamericano llegó a
reconocer el llamado síndrome premenstrual de la mujer como “circunstancia
modificativa atenuadora de la responsabilidad criminal”; en cambio en la
legislación española no se reconoce, hasta donde sabemos, la delincuencia
catamenial como eximente por trastorno mental transitorio.
Trabajador
incansable, a lo largo de su carrera profesional como médico forense, emitió
varios miles de informes periciales en los que se examinaban pruebas
relacionadas con armas, pelos, sangre, huellas dactilares, etc. Algunos
tuvieron verdadero impacto histórico por la notoriedad de los personajes
investigados; mencionaremos solo dos ejemplos.
Los días 13 y 14 de
julio de 1936 realizó el estudio médico-legal exhaustivo del escenario del
asesinato de José Calvo Sotelo -líder monárquico de la Segunda República, el
más destacado de la oposición al gobierno- y la autopsia de su cadáver.
Otro caso en el que
participó fue el de la Duquesa Cayetana de Alba, la que fue pintada por Goya.
Existía en torno a ella la leyenda popular de que había muerto envenenada. Por
eso la familia, deseosa de conocer la verdad, procedió a la exhumación del
cadáver, que se conservaba en perfectas condiciones, con principios de
momificación. Se llegó al análisis de la sangre y no se detectó la existencia
de veneno de ninguna clase. Se probó así que el envenenamiento de la Duquesa
era, realmente, una leyenda.
A lo largo de su vida
recibió diversos premios y distinciones, otorgados por la Real Academia
Nacional de Medicina, de la que además fue nombrado Académico correspondiente
en 1964.En 1973 fue elegido Académico de número en la Real Academia de Medicina
de Salamanca, aunque no llegó a tomar posesión de su sillón.
El 31 de mayo de 1969
se casó en Salamanca con Paloma Castillo Martínez, hija de un eminentísimo
radiólogo madrileño, Ernesto Castillo. Había sido alumna suya en el curso 63-64
en la Facultad de Medicina de la UCM. Le dirigió la tesis doctoral, titulada La pericia médico-legal de documentos,
calificada con Sobresaliente cum laude
en 1974 en la Universidad de Salamanca. Paloma Castillo colaboró con él en
dicha Universidad en diversos puestos docentes, siendo una de sus discípulos
más directos.
A pesar de tener
fijada su residencia en Madrid y en Salamanca, el lugar de veraneo habitual de
don Blas fue siempre Muros. El matrimonio se construyó una casa en la finca a
la que aludíamos al principio, un terreno heredado de su tío Gerardo, donde
encontraron ya plantados árboles autóctonos de gran porte a los que añadieron
coníferas y otros árboles ornamentales, creando un hermoso jardín, del que la
actual urbanización ha conservado unos cuantos ejemplares. En el porche de la
casa estuvo colocado varios años, hasta que la casa fue vendida y demolida, el
escudo de la familia Álvarez-Baragaña, que la viuda de don Blas donó al
Monasterio de San Pelayo de Oviedo, en uno de cuyos claustros se encuentra
ahora.
Uno de los recuerdos
más curiosos que don Blas ha dejado en la memoria de los murenses de más edad
es su característico atuendo; solía vestir, no solo en el ámbito doméstico,
sino en las calles o plazas del pueblo, un mono blanco, acompañado muchas veces
de botas de agua.
Don Blas, en el
centro de la imagen, con su característico mono blanco, acompañado de sus
amigos Juan Santana, a la izquierda de la foto, y Manolito el Platero, a la
derecha.
De carácter muy
afable y cercano, no dejaba de pararse a conversar con sus muchos amigos y conocidos
de Muros. Era también uno de los participantes habituales en la tertulia de La
Platería, en la Plaza de Muros. Allí, con el pintor y orfebre Manolito el
Platero y las hermanas Palacios como anfitriones, eran asiduos el pintor José
Sotero y su esposa Eulalia Valdés, el articulista y gran bibliófilo Juan
Santana y su esposa Ana María Miranda Suárez-Soto, Rosario Wiggin, conocida
familiarmente con “la Bimba” –una manera cariñosa de designar a las niñas en
Italia-, el padre Luis Fierro y otros “veraneantes” que se unían más
esporádicamente a la conversación durante las vacaciones estivales.
Demostró su amor a
Muros donando el terreno de 3.400 metros cuadrados en los que se edificó la
Casa-cuartel de la Guardia Civil de Muros; aunque fueron valorados por la
Administración en 10.000 pesetas, renunció a ellas y cedió la finca gratuitamente.
El que es considerado
como el fundador de la Policía Científica Española falleció el 28 de diciembre
de 1987, a los 84 años de edad, en su casa de Muros, donde había establecido su
residencia habitual tras su jubilación en la Cátedra de Salamanca en 1973.
Juan José García
González – Javier García Alonso
BIBLIOGRAFÍA:
González-Fierro, Félix, Muros de
Nalón, Oviedo, Instituto de Estudios Asturianos, 1953.
González-Santander Martínez, Marta, Blas Aznar González: una figura eminente de
la medicina legal española contemporánea. Tesis doctoral defendida en la
Facultad de Medicina de la UCM, 1993.
https://biomedes.es/biografia/aznar-gonzalez-blas/ (Consultada el día
5/11/2025)





Muy interesante, lo recuerdo perfectamente a Don Blas.
ResponderEliminarNo pasaba inadvertido en el pueblo. Gracias por leernos.
EliminarSi, le recuerdo perfectamente, con su mono blanco, como si fuese un pintor de brocha gorda. También recuerdo ver en la biblioteca de la escuela de Somao su informe sobre la autopsia a Calvo Sotelo, muy ilustrado con fotografías en blanco y negro. Ahora pienso que no era un libro muy adecuado para una biblioteca infantil, pues esas imágenes me quedaron muy gravadas. También recuerdo a su mujer, Paloma, muy activa y conocida en Muros durante los años en los que residió allí.
ResponderEliminarGracias por compartir tus recuerdos. Un saludo
EliminarMuy, muy interesante, ¡parece una vida de película!!!!!!!
ResponderEliminarGracias por leernos.
EliminarMuy interesante
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
EliminarMuy buena entrada.
ResponderEliminarGente a la que le gusta aprovechar el tiempo...
Gracias por leernos y comentar.
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