sábado, 22 de junio de 2024

LOS DROPS DE LA SEGUNDA ALINEACIÓN

San Esteban es un museo industrial al aire libre en el que nos encontramos construcciones, aparatos y artilugios portuarios de otra época que lo hacen único en su especie. De entre todos ellos hay una grúa al lado de la estación de ferrocarril que, pese a rondar el siglo de antigüedad, continúa luciendo con sus colores negro y amarillo y siendo uno de los iconos del concejo.


Está situada en la conocida como Segunda Alineación de las tres en que se dividió el atraque en el puerto, justo delante de la estación de ferrocarril.


Hacia 1920 la actividad industrial en San Esteban estaba creciendo sin parar. La necesidad de trasvasar carbón a los barcos era tal, que una vez construidos los primeros tres cargaderos del puerto aún se necesitaba aumentar más la capacidad de estiba. El hecho de que en la Segunda Alineación del puerto no existiera ninguna edificación permitía la instalación de grúas, para así aumentar la capacidad de carga de mineral a los barcos.

Por ello en 1926 se le autorizaba a la “Sociedad General de Ferrocarriles Vasco-Asturiana”, conocida por todos como “El Vasco”, una concesión para instalar vías y una grúa eléctrica capaz de levantar 45 toneladas, para el servicio público en el muelle de la estación. La casa suministradora fue la “Sociedad Española de Construcciones Babcock & Wilcox”, entidad creada en Bilbao en 1918 a partir de la empresa inglesa Babcock & Wilcox Ltd y participada también por Altos Hornos de Vizcaya y diversos empresarios recurrentes entre la minería asturiana y la metalurgia vasca.

La grúa tenía un peso aproximado de 150 toneladas y contaba con un contrapeso en su parte trasera de 80 toneladas. Este coloso de hierro, hilvanado completamente con remaches, permitía elevar un vagón de 20 toneladas de carbón (o dos de 10 toneladas) para acercarlo a un barco en un radio de acción de 13.5 metros. Además, la grúa giraba sobre sí misma y también se desplazaba o arrastraba por las vías colocadas para tal fin a lo largo de la 2ª alineación.

Estas grúas de 45 toneladas fueron conocidas en San Esteban por el nombre de “drop”, nombre que proviene del verbo inglés “to drop” que significa “soltar, dejar caer”.

Pero este drop que se construyó en primer lugar no es el que estamos acostumbrados a ver hoy en día al lado de la estación de ferrocarril. Tan buen resultado estaba dando el drop del Vasco, que en 1928 la Junta de Obras del Puerto sacaba un concurso para la adquisición de una segunda grúa de 45 toneladas, la cual se adjudicó en 547.700 pesetas a Ildefonso González Fierro con un plazo de un año. Suponemos que los Fierro subcontrataron la construcción de la grúa con la “Sociedad Española de Construcciones Metálicas” (Talleres de Zorroza de Bilbao), pero no podemos asegurarlo. De lo que si tenemos certeza es que Talleres de Zorroza fue la adjudicataria de un juego de ruedas para ese mismo drop unos años más tarde, en 1950.

En el momento de la construcción de la grúa, el adjudicatario debía instalar también 100 metros de vía para su movimiento longitudinal a lo largo del muelle, y entregar una cuchara “Priestman” de 20 toneladas, las cuales eran conocidas popularmente como “carramarros” en clara referencia a las pinzas de los carramarros o cangrejos.


Estos drops construidos en San Esteban eran grúas muy robustas capaces de levantar vagones llenos de carbón. Estaban montadas sobre un amplio pórtico de hierro que permitía pasar los vagones por debajo a medida que iban siendo descargados. A los pies de la grúa las vías se elevaban unos centímetros para que el vagón pudiera acceder a la plataforma en la que quedaría fijado y sobre la que sería elevado. Dicho de otro modo, las poleas no elevaban directamente el vagón, sino una jaula de hierro donde éste iba alojado.


Detalle de la plataforma a la que subían los vagones y que era izada por la grúa.

El drop disponía en su punta de dos poleas independientes: la delantera, de mayor tamaño, era la encargada de elevar el vagón en horizontal al estar centrada en el vagón, tal y como aparece en la siguiente foto.


Propaganda de la época en la que se publicitaba el drop del "Vasco".

Para conseguir bascular el vagón había que dejar todo el peso sobre la polea pequeña, la cual estaba más retrasada, lo que permitía que por gravedad empezase a caer el mineral dentro del barco.


Drop del “Vasco” en plena descarga. Sostenido en el vagón se encuentra un obrero con la pértiga para ayudar a bajar el carbón.

La altura de elevación del vagón desde el carril a la plataforma era de 10.5 metros, distancia que tardaba en subir cerca de 2 minutos. Una vez inclinado el vagón, la altura disminuía hasta los 5.5 metros. Era una operación peligrosa para todos los trabajadores que actuaban en la descarga, aunque sin duda el peor trabajo era el del obrero que subía en el vagón para comprobar la descarga efectiva del mineral y, en caso necesario, ayudar a bajarla con una pértiga.

Con la idea de ganar independencia del ferrocarril se construyó un depósito precario en el que se empezó a almacenar carbón al lado de ambos drops. Estaba situado entre las vías del tren y las grúas, justo por donde hoy pasa la carretera de servicio. De esta manera se conseguía tener almacenadas unas cinco mil toneladas de menudo de carbón que en caso necesario sería cargado en los barcos a través de las citadas cucharas Priestman. 


En primer término, el drop propiedad del Vasco-Asturiano y al fondo el de la Junta de Obras del Puerto



A finales de los setenta se desmanteló el drop del Vasco quedando como testigo en la actualidad el drop de la Junta de Obras del Puerto. A escasos metros de la grúa puede verse una plataforma de descarga de vagones y una cuchara Priestman. Todo el conjunto está protegido al aparecer incluido dentro del Catálogo Urbanístico con un grado de protección integral.


A la derecha cuchara Priestman y a la izquierda la plataforma de elevación de los vagones

En San Esteban estas grandes grúas fueron punteras en la tecnología de la época. Hoy tenemos la suerte de poder contemplar parte de aquel patrimonio que se ha convertido en historia de nuestro concejo.



Javier García Alonso - Juan José García González

 

Bibliografía

Ejemplares de la Gazeta de Madrid: 26/09/1926, 3/11/1928, 20/06/1950.

Segundo congreso de la Agrupación de Ingenieros de Minas del Noroeste de España, Oviedo, T. Tip. Altamirano, 1933






2 comentarios:

  1. Excelente información que nos hará ver ,con ojos más técnicos, estos fabulosos gigantes cada vez que estemos visitando San esteban

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    1. Muchas veces no valoramos lo que vemos habitualmente. Gracias por comentar.

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