En la ladera Sur de Era, justo donde el río Nalón hace el primero de sus característicos meandros, se encuentra El Forno, muelle de carga y fondeadero en tiempos antiguos.
Hasta los años noventa del pasado siglo existieron en El Forno decenas de embarcaderos de madera donde nuestros vecinos tenían amarrados su chalanos preparados para salir a la angula o al carbón. El abandono de estas pesquerías en las últimas décadas ha dejado en el olvido una de las zonas más bellas de nuestro concejo, frecuentada ahora tan solo por embarcaciones que suben río arriba.
Imagen de principios del
siglo XX desde La Viña donde se aprecia al fondo el primer puente de La
Portilla.
Una de las acepciones de fornu en el Diccionariu
de la LlinguaAsturiana (de aquí en adelante DALLA) es la de “Sitiu [onde fai muncha calor]”, que bien
se le podría haber dado a este lugar por estar bien orientado al Sur y abrigado
de los vientos marítimos (“Nordeste” y de Noroeste) que tanto castigan nuestro
concejo.
En una antigua entrada (pulsa para leer LA PORTILLA) ya indicábamos la existencia a finales del siglo XIX de concesiones mineras en la laderade Era, por lo que no sería descartable que, pese a no haberse localizado hasta ahora vestigios mineros, hubieran existido anteriormente pequeñas explotaciones. En esa línea se manifiesta la Carta Arqueológica de Muros de Nalón, la cual vincula las explotaciones mineras a El Forno, puesto que otra de las acepciones del DALLA es “Construcción [zarrada onde se produz muncha calor pa calentar comida, pa cocer pan, cerámica, pa fundir minerales]”.
Sin descartar la obtención de mineral en El Forno, nos gustaría proponer una variante que en base a la documentación histórica de esa zona creemos que es más verosimil. Desde hace siglos se utiliza la sal como elemento para asegurar la conservación de los alimentos debido a la inexistencia de neveras y hielo. De esta forma lo obtenido en las abundantes pesquerías en nuestro concejo no era consumido en fresco, sino que se procesaba en sal para consumirlo o dedicarlo al comercio, ya fuera en salmuera, en escabeche, etc.
Sabemos que en San Esteban existieron alfolíes de cabotaje durante siglos. En esta época la sal era importada en barco desde otros lugares de producción (Levante, Portugal, Francia, etc.) para después ser repartida por las parroquias limítrofes. Pero según indican los historiadores Ruiz de la Peña y González García, previamente a la importación hubo también producción en algunas zonas de Asturias, entre las cuales podría estar el Bajo Nalón. Bances Valdés recogió en sus “Noticias históricas del concejo de Pravia” la existencia de diversos hornos en los que se producía sal, localizando Fortunato Selgas cinco ubicaciones de hornos de sal en la zona baja del Río Nalón.
La toponimia menor de nuestro concejo también nos aporta indicios sobre esta actividad salinera, situando un alfolí a escasos metros río arriba de El Forno tal y como explicábamos en nuestra primera entrada, escrita en el año 2022 (pulsa para leer EL ALFONIL).
Quizás El Forno fuera una de las localizaciones citadas por Selgas, teniendo en cuenta que en dicho lugar había materia prima para ello: agua salada, madera para hacer fuego, canales de agua, etc.
Hoy en día el terreno se encuentra cubierto de carrizo y juncos al haberse abandonado en la zona prácticamente todas las tareas agrícolas. Sin embargo, sabemos que tanto en Las Lladosas como en El Cerco existen un sinfín de canales de drenaje de las fincas, desconociendo si alguno de estos conductos tuvo también relación con la producción de sal. Según las técnicas utilizadas en época Altomedieval en otros lugares de Asturias y Cantabria, lo más probable es que la evaporación del agua se consiguiera utilizando tanto la evaporación natural como la forzada por hogueras.
Además de la materia prima necesaria, El Forno tenía buenas comunicaciones en aquella época al estar al pie del Camín Real, existiendo una barca que unía la orilla de Soto y la de Muros.
Detalle
de El Forno donde se aprecia en funcionamiento la barquería entre los concejos
actuales de Muros de Nalón y Soto del Barco.
Quizás en el futuro aparezcan restos arqueológicos o alguna nueva información que ayuden a confirmar alguna de estas propuestas toponímicas que hoy hacemos para El Forno.
García Alonso, Javier – García González, Juan José
BIBLIOGRAFÍA:
Bances y Valdés, Antonio Juan, Noticias históricas del concejo de Pravia, prefacio, edición y
notas de Carlos Romero, Apel Gráficas (sin fecha).
Diccionariu de la llingua
asturiana. Consultao n’https://www.diccionariu.alladixital.org/
García Quirós, Mª Paz. «Reseña de la carta arqueológica de Muros
del Nalón», Excavaciones
arqueológicas en Asturias 1991-94, Servicio de Publicaciones del Principado
de Asturias, Oviedo, 1995. pp.93-104.
González García, Isabel - Ruiz de la Peña Solar, Juan Ignacio, “La
economía salinera en la Asturias medieval”, Asturiensiamedievalia, 1, 1972, pp. 11-89.
Selgas y Albuerne, Fortunato, Revista de Asturias (segunda época),
Tomo IV, 1881.






