sábado, 10 de febrero de 2024

LAS FARMACIAS DE MUROS Y SAN ESTEBAN (II): 1927 - 2024

En la entrada de 13 de enero de 2024 de este blog, dedicada a la historia de las farmacias de Muros y San Esteban entre 1887 y 1927, contábamos que el Ayuntamiento, en septiembre de 1927, decidió cerrar la farmacia de Muros, cuyo titular había sido, hasta 1921, Francisco Martín Pino. Ese mismo año, desde el Gobierno Civil de Oviedo, se ordenaba al Subdelegado de Farmacia del distrito proceder a la clausura de una botica ilegalmente establecida en San Esteban que funcionaba como tal disimulada como una droguería.

Quedaba, pues, vacante la plaza de farmacéutico titular de Muros. El Ayuntamiento acordó anunciar a concurso la provisión de dicha plaza por medio del Boletín Oficial, concediendo treinta días para recibir en la Secretaría Municipal las solicitudes documentales de los concursantes y estableciendo las siguientes bases:

Primera: la plaza hasta fin de año estaría dotada con quinientas sesenta y cuatro pesetas por asignación para residencia y cuatrocientas setenta y nueve con sesenta también hasta finales de año para medicinas a enfermos de la Beneficencia; y desde primeros de enero de 1928 con mil quinientas pesetas por asignación de residencia y otras mil quinientas para las recetas suministradas a la Beneficencia.

Segunda: el titular tenía la obligación de residir en la villa de Muros; de facilitar medicamentos a las familias que se hallasen incluidas en la lista de la Beneficencia formada por el Ayuntamiento, a los detenidos en el Depósito Municipal y a los transeúntes pobres con arreglo a la tarifa expresada.

En sesión de la Corporación Municipal de 16 de diciembre de 1927 se dice que el anuncio de la plaza se publicó en el Boletín de 13 de octubre y que respondieron a la convocatoria diez solicitantes, si bien muchos de ellos con el expediente incompleto y sin justificar, algunos de ellos, que fueran licenciados en Farmacia. “Examinados con todo detenimiento los expedientes, méritos y servicios de los solicitantes, la Corporación, teniendo en cuenta las facultades que le concede el artículo 45 del Reglamento de 9 de julio de 1924 y demás disposiciones vigentes, por unanimidad acordó nombrar en propiedad farmacéutico titular de este Ayuntamiento al licenciado en Farmacia D. José Antonio Mérida Zamorano Núñez-Cepeda con las dotaciones y obligaciones que figuran en el anuncio presentado de dieciséis de septiembre anterior”.

Pocos meses más tarde, concretamente el 4 de mayo de 1928, el nuevo farmacéutico titular, natural de Quintanar de la Orden (Toledo), de 35 años de edad, licenciado en la Universidad de Santiago en 1914, solicita la apertura al público de su nueva oficina de farmacia instalada con arreglo a las disposiciones vigentes. La Comisión de inspección, compuesta por el Subdelegado de Farmacia, Manuel G. Miranda, por el médico municipal, Filiberto Díaz del Riego y con asistencia del Secretario del Ayuntamiento, Leandro Cabezas Arias, redactó el acta de la visita del nuevo local y dio su aprobación el 8 de mayo de 1928. En ella se dice “fue inspeccionado detenidamente el local donde se halla instalada la botica, sito en una planta baja en la Plaza del Marqués de Muros, compuesto de sala de despacho, rebotica y almacén”. El edificio donde se ubicaba dicha farmacia era el que se levantaba en el centro de La Plaza, donde estuvo el Casino, y famoso por haber sufrido un incendio el sábado 9 de marzo de 1963. La farmacia estaba situada en su esquina Oeste, donde tiempo después existió una barbería.



Durante los meses finales de 1927 y los primeros de 1928, mientras estuvo vacante la plaza de farmacéutico, ejerció como tal Tomás García Sampedro que, como es conocido, se había licenciado en Farmacia en Santiago en 1880. Lo sabemos gracias a la comunicación que nos ha hecho llegar su sobrino José Carlos Miranda, que recuerda haber oído en su casa en sus años de infancia y juventud que, en ese tiempo sin farmacéutico, “todo el pueblo miró a Sampedro y le insistieron para que desempolvase su título de licenciado en farmacia y se hiciese cargo de la situación. Por poco, o más bien nada, que le apeteciese el cargo, no pudo negarse. Le causó preocupaciones esa nueva responsabilidad no deseada, y se sintió aliviado cuando llegó Antonio Mérida Cepeda, y él, Sampedro, pudo dedicarse a lo suyo, la pintura.” Agradecemos mucho la aportación de este dato, que no hemos encontrado recogido en la documentación del Archivo Municipal.

En noviembre de 1930 el farmacéutico titular solicitó el traslado de la farmacia de La Plaza a San Esteban. La causa principal es “la proximidad de la farmacia de La Arena, que hace que casi la totalidad del vecindario de San Esteban se surta en ella, reduciendo de esta manera la mitad de la población del Municipio ya de suyo pequeña”. La Comisión municipal de Sanidad no apoyó la solicitud al entender que los habitantes de la Villa de Muros se verían perjudicados por este traslado.


Este asunto quedó sin resolver hasta que diez años más tarde, en agosto de 1940, se renueva la solicitud de traslado porque “la farmacia lleva una vida precaria por el reducidísimo número de habitantes que atiende”. La Comisión gestora municipal se opone de nuevo al traslado y propone al farmacéutico la instalación de un botiquín en San Esteban, con lo cual podría obtener la mejora económica que pretende. El asunto llega a la Audiencia Territorial de Oviedo que, con fecha 31 de mayo de 1941 declara “el derecho del recurrente al traslado de su oficina de farmacia establecida actualmente en Muros de Nalón a San Esteban, del mismo concejo”. El traslado debió de producirse enseguida, pues con fecha 31 de enero de 1942, Mérida Núñez-Cepeda, como Inspector Farmacéutico municipal, redacta una memoria de su actividad anual dirigida a la Comisión Gestora Municipal y la firma ya en San Esteban de Pravia.

Con el traslado de la farmacia a la Calle de Casto Plasencia nº 6 de San Esteban, comienza un periodo de varios años hasta que la villa de Muros recupere su farmacia.

Un primer intento de restablecer la botica en Muros se produjo por la iniciativa de María Soledad García Muñiz que, en 1979, solicitó ante el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Asturias la concesión de una farmacia en la Plaza del Marqués de Muros y pidió el apoyo de la Corporación Municipal murense, que informó favorablemente, pero parece que el Colegio Oficial no debió de aprobar la iniciativa y esa farmacia no llegó a hacerse realidad.

Unos años más tarde, en 1985, Victoria Flores Pichardo realizó un nuevo intento de instalación de farmacia en Muros que, en un primer momento, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos le denegó. Recurrió esta denegación y unos años más tarde, en 1989, tras el fallo favorable del Tribunal Supremo para hacerlo, procedió a la apertura de una farmacia que se ubicaría en la planta baja, con acceso desde la Calea Arango, de la casa nº 12 de La Plaza donde vivió don Fernando, tantos años veterinario de Muros, y actual sede del Albergue de peregrinos “Camino de la Costa”, junto al edificio del Ayuntamiento. En noviembre de 1994 se trasladó la farmacia a su actual emplazamiento en el número 10 de la Plaza del Marqués de Muros. Inmediatamente después se produjo también el cambio de titularidad de dicha farmacia a favor de quien sigue siendo farmacéutico de Muros, Jesús Carlos Feliz Álvarez, licenciado en la Universidad de Santiago de Compostela.

La farmacia de San Esteban pasó a ser regentada, en los años 50 del pasado siglo XX, por el hijo del anterior titular, José Antonio Mérida Zamorano, que fue también algunos años alcalde del Ayuntamiento de Muros. Tras muchos años de regencia de la farmacia familiar, la titularidad de esta fue asumida, a finales de los años noventa pasados, por Marta Martínez Alfonso, oriunda de Cangas del Narcea, que, recién titulada, comenzó en ella su actividad laboral. Después de dos tercios de siglo en la calle de Casto Plasencia, en 2008 la farmacia cambió su ubicación a un edificio de nueva construcción en la calle Teresina nº 25. Desde 2018 su titular es Paula Fernández, licenciada en Santiago de Compostela.


Juan José García González – Javier García Alonso

 

Bibliografía

Fondos del Archivo Municipal del Ayuntamiento de Muros de Nalón.

Agradecemos muy cordialmente a Jesús Carlos Feliz, Paula Fernández y José Carlos Miranda las informaciones que nos han aportado.


1 comentario:

  1. Conocí la farmacia de San Esteban cuando todavía se hacían en ella fórmulas magistrales. El modo de no bajar a San Esteban consistía en dar la receta a una de las mujeres que bajaban todos los días con la leche desde Somao y a la vuelta, tenías el medicamento. Un recuerdo para nuestra lechera, Pura de Santolaya y también para la familia Mérida, tantos años al frente de la botica. C.R.S.

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